España comenzó su andadura hacia la Eurocopa de Francia 2016 con una plácida victoria ante Macedonia (5-1) que le permitió recuperar sensaciones y confianza y, sobre todo, recuperar el gol, un apartado que había costado mucho a la selección en los últimos tiempos.

Bajo la batuta de un Silva magistral, bien secundado por Cesc, España se mostró muy superior al equipo macedonio, que pudo llevarse un marcador más severo, en un encuentro en el que debutó Munir El Haddadi y en el que Alcácer y Busquets marcaron sus primeros goles con la absoluta. Curiosamente, de nuevo la ausencia de Diego Costa en el equipo español coincidió con el reencuentro con el gol. Al joven Alcácer no le pesó la titularidad y demostró que su juventud no puede ser un impedimento para tener más oportunidades. Suyo fue el segundo gol y cumplió con creces como referente en punta, una posición siempre en entredicho en el equipo español.

El partido arrancó con susto para el conjunto dirigido por Vicente del Bosque, tras un libre directo ejecutado por Ibraimi que obligó a volar a Casillas para evitar el gol, cuando apenas habían transcurrido 4 minutos de juego. Pero España tenía claro cuáles eran las consignas a seguir. Con una presión muy adelantada provocaba las continuas pérdidas de balón del conjunto rival y conseguía desordenar la poblada defensa macedonia, que alineó tres centrales para intentar frenar el amplio caudal ofensivo de los jugadores españoles.

Silva tomó el mando en la zona de tres cuartos y España comenzó a carburar con un Alcácer muy activo, buscando continuamente el desmarque, y con un Pedro muy participativo desde la banda derecha buscando las diagonales.

RAMOS, A LO 'PANENKA' Al cuarto de hora, un penalti de Mojsov a Silva permitió a Sergio Ramos lucirse en la ejecución, lanzando la pena máxima al estilo panenka, para inaugurar el marcador. Apenas dos minutos después, Cesc habilitó a Juanfran por la banda derecha, y el lateral, rompiendo el fuera de juego, no desaprovechó la atolondrada salida del meta macedonio y asistió a Alcácer, que anotó el 2-0 y estrenó su faceta goleadora con la selección española absoluta.

Macedonia parecía disolverse ante la evidente superioridad del conjunto español, pero un penalti de Juanfran a Trajkovski permitió a Ibraimi recortar diferencias y meter de nuevo al equipo balcánico en el partido. España titubeó durante algunos minutos y volvieron a asomarse las dudas que han aparecido en los últimos partidos.

Macedonia se vino arriba con descaro y buscó un empate impensable apenas unos minutos antes. El desconcierto español solo duró unos minutos. Los jugadores de Del Bosque recobraron la personalidad y el ímpetu, y así las ocasiones de gol se fueron sucediendo. Pedro, Silva y Alcácer pudieron ampliar la renta, pero curiosamente fue Busquets, en el último suspiro del primer tiempo, el que anotó con un disparo desde la frontal del área el tercer gol y su primero tanto como internacional, tras 70 partidos con la selección española.

El chut del mediocentro tocó en un defensa, que desvió la trayectoria del balón y despistó al portero. El técnico macedonio Boshko Gjurovski cambió en el descanso su dibujo en defensa y pasó a jugar con una línea de cuatro, pero de poco le sirvió, ya que a los cinco minutos de la reanudación Silva terminó de liquidar el partido con un potente disparo cruzado en el área que subió el 4-1 al marcador.

España levantó el pie del acelerador y se gustó en exceso en los metros finales, lo que sin duda agradeció Macedonia, ya que de otra forma la goleada hubiera sido mucho más humillante, si bien Pedro firmó el quinto en el tiempo de prolongación, algo después de que debutara Munir, un futbolista desconocido hace dos meses, que ya no podrá jugar con Marruecos y solo lo hará con la Roja. España se reencontró, pues, con la victoria en el primer partido oficial después del desastre del Mundial.