Solo siete partidos en hierba ha disputado en su vida. El que perdió en primera ronda del torneo del año pasado y los seis que ha ganado para suceder, 50 años después, como campeón júnior de Wimbledon a Manuel Orantes, hasta ayer el único español que había logrado ese éxito. Se llama Alejandro Davidovich Fokina, hijo de padres rusos y nacido en Málaga hace 18 años.

Ni él se creía ayer lo que ha vivido en estas dos semanas. «Aún estoy en shock, en blanco. El año pasado, cuando vine por primera vez aquí, si no me caí 20 veces en la hierba, no me caí ninguna. Pero este año me he sentido adaptado», decía.

El triunfo le permitió estar anoche en la gala de campeones de Wimbledon junto a Muguruza, Federer y las leyendas del pasado. «Será un honor conocerles, poder estar con todos los grandes, un sueño. Me han dicho que hay un baile. Espero que no tenga que bailar», decía preocupado con acento andaluz, tras vencer en la final al tenista argentino Axel Geller por 7-6 (7-2) y 6-3. Davidovich está clasificado en el puesto 637º del mundo y entrenado por Jorge Aguirre en la escuela Just by Tennis Academy del hotel Don Carlos, de Marbella, que le patrocina.