La plantilla del Huesca prosiguió ayer con una nueva sesión de trabajo en su primera semana de entrenamientos de pretemporada, la de su regreso a Primera División. David Ferreiro, uno de los capitanes azulgranas, fue el encargado de medir el momento en que se encuentran sus compañeros.

«Veo al equipo con ganas e ilusión, eso es lo que hay que tener. Hemos parado muy poco y esto nos beneficia porque estamos bien físicamente. Es una temporada ilusionante para todos y queremos hacerlo lo mejor posible», valoró el gallego.

Será una preparación totalmente diferente a la vivida otros años, pero el resto de equipos ya se están adaptando a estas circunstancias. «Hay que acostumbrarse y extremar precauciones. No hemos podido celebrar el título con nuestra afición y es una espinita que nos queda clavada», lamentó el extremo, que tiene segura una cosa: «Vamos a afrontar un año muy bueno, todo se solucionará y la gente podrá disfrutar de su equipo en Primera División. La ciudad tiene que estar ilusionada, el equipo lo está y todos juntos lo vamos a hacer lo mejor posible», advirtió David Ferreiro.

No será fácil porque la exigencia de todos cambia radicalmente. «La competencia es muy dura y la exigencia máxima en esta categoría. Necesitamos rendir desde el minuto uno», apuntó el gallego, a pesar de que el grupo lo tiene claro. «El objetivo principal está claro, el nuestro es ganar el máximo número de partidos. Sabemos las dificultades, que el inicio será complicado y estamos entrenando muy fuerte», indicó el capitán.

El grupo parte con ventaja al ser un bloque ya consolidado. «Tenemos un buen vestuario y sabemos lo que nos jugamos. Tanto jugadores, como club y cuerpo técnico vamos de la mano para seguir creciendo», concluyó.