Zaragoza. 10.00 horas. Ciudad Deportiva. El calor sofoca a las moscas y castiga al grupo de periodistas y aficionados que observan con más desgana que atención el entrenamiento del equipo, dividido en cuatro disciplinados grupos que van del gimnasio al césped con un breve paréntesis con el balón. Un hombre, Víctor Muñoz, patea el campo al mismo ritmo que los porteros, los defensas, los centrocampistas y los delanteros, y es su zancada potente como la de un bisonte tras avistar el fusil del cazador. Las moscas salen despavoridas a su paso, los jugadores le obedecen sin rechistar y el sudoroso y escaso público, desencantado con las noticias que llegan desde Madrid y en concreto desde el Calderón, encuentra un motivo para justificar la plúmbea mañana informativa y meteorológica en la contemplación del espectacular estado físico de SuperMuñoz .

En privado, dicen algunos de sus futbolistas que podría jugar media hora larga en Primera División. Es posible, porque trabaja el entrenador como si fuera a debutar este domingo en Maracaná. Donde sí tendría camiseta de titular es el cielo. El frenazo en seco de la operación Movilla-Moreno le ha colocado en una delicadísima situación: es muy probable que el plan que tenía previsto con ambos se vea truncado y que en sus lugares vengan otros dos jugadores. A otro le hubiera dado un síncope, pero Víctor conserva la paciencia y no pierde los papeles pese a que, esta vez, una bala le haya alcanzado. El Real Zaragoza, por lo menos, ha fichado al santo Job.

IMPOSIBLE ¿Se siente incómodo? "Y qué vas a hacer", responde. "El mercado acaba a finales de agosto... Lo ideal sería tener ya formada la plantilla, pero es imposible. ¿Movilla y Moreno? Ya se saben cómo son las negociaciones: un día aparecen, al otro desaparecen. Igual que el Guadiana", bromea el técnico exprimiendo la ironía hasta donde le es posible. Víctor explica que no sabe cómo están esas negociaciones (paralizadas porque el Atlético no quiere pagar al delantero los seis millones de euros que le deben). Lo que sí le afecta "es que no tenemos a los que jugadores que queremos. Me gustaría que fueran ellos, pero no depende de mí. El club está haciendo las cosas bien y con mucho esfuerzo, si bien la dificultad está siendo muy grande".

EL TIEMPO APREMIA Hay acuerdo con Movilla y también con Javi Moreno. El tiempo, sin embargo, apremia porque el Atlético le ha dicho al goleador que le rebaje la deuda, a lo que éste les ha contestado que nones. Bloqueado El Pelado y sin salida el ariete, el Real Zaragoza esperará un poco más, quizá hasta el lunes, pero ya ha cogido número en el mercado para buscar otras soluciones. Víctor entiende la postura del club, sin embargo pide "calma. Claro que se están barajando otras soluciones, otras variantes (Celades y Luis García), pero que se hagan con calma, eh. Hombre, con la tranquilidad que te puede dar los días que nos quedan ya para la Supercopa".

Ni ansiedad ni angustia. Sí "la lógica preocupación". El técnico prefiere que las cosas se hagan con cabeza y sin urgencias. Y si hace falta, pues se va a la Supercopa con lo puesto. "A lo mejor tenemos que empezar los primeros partidos, los de la Supercopa contra el Valencia, sin estos refuerzos. Yo conozco las razones por las que no han fructificado las negociaciones, y no es un problema nuestro. Desde luego no voy a quejarme ni a llorar por lo que no ha llegado. Si no vienen éstos, tendrán que ser otros, y seguiré trabajando con lo que tengo".

El Zaragoza no va a descartar a Movilla ni a Moreno por unas horas después del tiempo que ha invertido para conseguirlos. En en el seno del club se estima que el Atlético está forzando la situación de Moreno, y que cederá. La paciencia, no obstante tiene un límite, también la de Víctor, que se fue a Nyon sin ellos y que saldrá el lunes a Inglaterra con el mismo vacío en las maletas. Quizá se lleve una Biblia este santo hombre con cuerpo de bisonte.