La comisión de Segunda División B dio ayer a conocer los grupos de la categoría para la próxima temporada. Los equipos aragoneses que militan en ella, el Real Zaragoza B y la Sociedad Deportiva Huesca, competirán en el Grupo III, formado por conjuntos procedentes de Cataluña, Comunidad Valenciana y Navarra. En el Grupo II de la competición jugarán los equipos vascos, castellano-leoneses, riojanos, cántabros y asturianos; y en el cuarto lo harán andaluces, extremeños, manchegos, murcianos y de Ceuta y Melilla.

Así, los equipos aragoneses deberán enfrentarse a Castellón, Alicante, Hércules, Novelda, Villajoyosa, Benidorm, Alcoyano, Levante B (Valencia), Gramanet, Girona, Barcelona B, Espanyol B, Figueres, Sabadell, Badalona (Cataluña), Osasuna B, Peña Sport y Peralta (Navarra).

Todos los grupos han sufrido modificaciones en su composición, pero según los presidentes de las federaciones que han apoyado estos cambios, permite mantener juntos a todos los equipos de una misma autonomía y federación territorial y, además, abarata los costes de desplazamientos a las islas, que son sufragados por todos los conjuntos de la categoría.

SISTEMA DE ASCENSOS Además, la comisión presentará a la Asamblea de la Liga del próximo 16 de julio un nuevo sistema de ascenso por el que desaparece la liguilla entre cuatro equipos y se da paso a eliminatorias a doble partido, tal y como se desarrolló en la pasada temporada la fase de ascenso a Segunda B. Así, el primer clasificado de un grupo se enfrentará con el cuarto del otro, mientras que el segundo se medirá a otro tercero para que los dos vencedores hagan lo propio a doble partido, con el encuentro de vuelta en el campo del mejor clasificado. Este sistema beneficia a los mejores en la tabla de la fase regular, reduce en dos jornadas la competición y evita especulaciones en torno a las primas en las últimas jornadas.

Otra de las novedades para la próxima campaña es la desaparición de los partidos televisados los viernes por La 2. Televisión Española y la Federación Española no van a renovar el acuerdo vigente desde el año 2000 y que proporcionaba cerca de 24.000 euros a cada equipo de la categoría, una cantidad relevante para los clubs modestos pero que suponía un estorbo para los considerados grandes debido al inusual horario de los choques. Salvo que algún otro operador televisivo esté interesado en el fútbol de Segunda B, las retransmisiones pasarán a la historia.