Maribel Moreno ha dejado atrás todos sus problemas. "Estoy totalmente recuperada", asegura la aragonesa. Y el ciclismo vuelve a situarla en primera línea, le ofrece una nueva oportunidad de transformar todos sus éxitos de categorías inferiores en un sonado triunfo absoluto. Moreno está desde el martes en Italia, donde hoy disputa (15.00 horas, La 2) la prueba en línea del Campeonato del Mundo de ciclismo en un circuito duro y exigente que la serrablesa del Aragón Rutas conoce bastante bien. Allí disputó el Mundial Júnior hace cinco años, por lo que ya sabe lo que va a encontrarse.

"Es un trazado muy selectivo. Cada vuelta tiene 14 kilómetros y medio, de los cuales, 2.700 metros son de subida, por lo que en cada una de ellas se irá quedando gente. Yo intentaré llegar al final en cabeza y jugar las opciones que tenga de victoria", explica Maribel, que espera redimirse en Verona del calvario sufrido este año entre lesiones y enfermedades raras. De salud se encuentra perfectamente, pero arrastra un pequeño lastre, la falta de competición. "He estado un mes y pico parada, porque desde el Giro no he vuelto a competir, como me hubiera gustado", se lamenta la aragonesa.

Regreso a Italia

Por eso dice que su rendimiento en Verona es una incógnita, y no por curarse en salud, sino porque la aragonesa no sabe cómo le responderán las piernas, si bien tiene más confianza en su actuación de esta tarde de la que tenía en la última prueba que disputó, también en Italia, el Giro femenino. Entonces no pudo terminar la carrera italiana porque, a los problemas de salud --una pancreatitis mal diagnosticada y no muy bien curada-- se unió una fuerte caída. Su prematuro adiós al Giro fue un duro golpe para ella porque supuso despedirse también, de un plumazo, de su gran sueño, de la ilusión por la que había estado luchando durante toda la temporada: disputar los Juegos Olímpicos de Atenas. Finalmente, fue Eneritz Iturraga quien ocupó la plaza vacante.

Ahora, Moreno vuelve a contar con la confianza del seleccionador femenino, lo que supuso un gran respaldo para ella. "Fue una gran alegría entrar en la lista, porque hay corredoras españolas de gran nivel y no es nada fácil, y para mí supone una gran oportunidad que espero aprovechar", dice la aragonesa, que vivió el año pasado un momento dulce en su carrera. Todas sus virtudes, todo su trabajo, toda su calidad, salieron a relucir en el Europeo sub-23 que se disputó en Atenas. Allí logró el oro, confirmando la progresión que había protagonizado desde categorías juveniles y júnior. No se le han dado tan bien los Mundiales, aunque siempre ha tenido un papel protagonista dentro de la selección española. Su mejor puesto fue el 13º en la contrarreloj de 1999, también en Verona, en categoría júnior. Hoy espera tener un regreso triunfal en el escenario más importante posible, un Mundial, porque quiere demostrarse a sí misma que ha vuelto. Como protagonista principal.