El Estadio Olímpico se llenará mañana por primera vez desde los Juegos de Barcelona 92 para presenciar la final de Copa del Rey entre el Real Madrid y el Zaragoza. Unas 50.000 personas, repartidas entre aficiones de ambos equipos, poblarán las gradas del Lluís Companys, en un encuentro que ha sido declarado de alto riesgo y cuya seguridad se reforzará de forma excepcional, en previsión de cualquier altercado, sobre todo tras los atentados de Madrid de la semana pasada.

Nada menos que 1.200 agentes, entre policías nacionales y vigilantes privados, velarán por la seguridad en el interior del estadio. La Delegación del Gobierno en Cataluña decidió ayer impedir el acceso de vehículos particulares a Montjuïc. Sólo accederán al perímetro de seguridad, montado alrededor del Lluís Companys, los autocares con seguidores de ambos equipos, que llevarán un distintivo de color distinto según sean aficionados madridistas o zaragocistas, así como los vehículos oficiales y aquéllos acreditados por la federación. La medida, de carácter excepcional, nunca se había aplicado en partidos del Espanyol, del Barcelona, o de la selección disputados en Montjuïc, al igual que en conciertos musicales o actos políticos.

NO ESTARA AZNAR La Guardia Urbana también montará un dispositivo especial en el control del tráfico. A partir de las 15.00 horas ya se restringirá el paso de vehículos particulares. Se cortará el acceso de coches en tres puntos: Poble Espanyol, paseo de la Zona Franca y paseo de Santa Madrona en la confluencia con la avenida del Estadio. Desde allí los coches con seguidores de ambos clubs serán desviados hacia la zona de aparcamiento, prevista alrededor de las instalaciones del desaparecido parque de atracciones. La Empresa de Transportes Municipales (TMB) habilitará autobuses lanzaderas desde la Plaza de España.

La policía nacional, por su parte, movilizará un contingente excepcional que incluye guías caninos, especialistas del cuerpo del TEDAX (técnicos en desactivación de explosivos), agentes de subsuelo, dos helicópteros y protección especial de personalidades. El encuentro contará con la presencia del rey Juan Carlos, mientras que un portavoz de la Moncloa confirmó ayer la ausencia de José María Aznar, presidente del Gobierno en funciones, ya que no tiene previsto en su agenda el viaje a Barcelona. Por parte del Gobierno aragonés, la representación estará encabezada por el presidente, Marcelino Iglesias, y también asistirá la consejera de Educación, Cultura y Deporte, Eva Almunia.

La mayoría de seguidores de ambos equipos llegará a Barcelona en autocares. El Madrid movilizará 200 y el Zaragoza otros tantos. De esos 200 autobuses zaragocistas, la Federación de Peñas del Real Zaragoza ha completado un total de 118, mientras que la gran mayoría del resto han sido fletados por agencias de viajes particulares.

EL DESEMBARCO DE LA AFICION Los seguidores del conjunto aragonés viajarán en su gran mayoría el mismo miércoles y, por ejemplo, la Federación de Peñas tiene dos horarios para los autocares que saldrán de Zaragoza, ya que los primeros pondrán rumbo a Barcelona a las 8.00 horas y un segundo contingente partirá a partir de las 15.30.

El viaje desde Madrid también incluye la contratación de cinco vuelos charters y, al menos, 10 vuelos regulares. Desde la capital de España viajan al menos 16.500 personas, en su mayoría socios blancos. El Madrid ha entregado 3.000 entradas a la Federación de Peñas Madridistas en Cataluña, que había solicitado nada menos que 8.000 localidades a la directiva de Florentino Pérez. Ya en el estadio, los seguidores del Real Madrid estarán ubicados en la zona del gol norte y los del Real Zaragoza en el gol sur.