El Valencia no desaprovechó la primera de las tres oportunidades que tenía para ganar el título y logró en Sevilla el sexto de su historia gracias a una victoria solvente frente a un rival que puso todo sobre el terreno y que no dio ninguna facilidad.

Si el Valencia jugaba ayer en Sevilla para ser el campeón después de las derrotas del Real Madrid y Barcelona, el equipo de Joaquín Caparrós afrontaba el encuentro con la necesidad de los puntos para ganar enteros en su lucha por clasificarse para la Copa de la UEFA y todo ello se notó desde el principio en el terreno y en las gradas del estadio. Los sevillistas salieron con muchas ganas y desparpajo ante el líder y así las aproximaciones de los locales fueron habituales ante el meta Cañizares.

PRIMERA, DENTRO El Valencia, pese a ello, no desperdició la primera oportunidad de la que gozó ante el portero Esteban para poner el 0-1 en el marcador, tras una gran jugada de contragolpe que culminó muy bien el internacional Vicente ante la indecisión en la salida del meta sevillista. Los del madrileño Rafa Benítez, con el resultado favorable desde los doce minutos, hicieron el fútbol que dominan a la perfección: intensa presión en el centro del campo y gran control de la situación en la defensa.

Caparrós arriesgó desde el inicio de la segunda mitad y el Valencia pasó por serios apuros. Las ocasiones sevillistas se sucedieron ante un rival que apenas salió de su campo e incluso redondeó con otro tanto de Baraja ya en las postrimerías del choque.