A sus 23 años, a Pablo Gállego le ha dado tiempo a hacer de todo. El futbolista oscense no solo se conforma con ser eso, futbolista, y nada más y nada menos que del AE Larissa de la Superliga griega, la máxima competición del país heleno, ya que también rompe con el estereotipo de jugador de fútbol inculto. Tiene el grado en Magisterio de Educación Primaria, y Grado Medio de Técnico Deportivo especializado en fútbol. No contento con ello, también ha entrenado a los equipos benjamín y alevín de la SD Huesca y ha participado durante dos cursos escolares en el Plan PROA (Programa de Refuerzo, Orientación y Apoyo), destinado a niños con dificultades de aprendizaje, con el apoyo base del fútbol. Por si no fuera poco, ha sido ponente en las II Jornadas de Aprendizaje y Servicio en la Universidad de Zaragoza y ha colaborado como articulista de opinión en la sección de Deportes de un medio de comunicación escrito durante la celebración de la Eurocopa y el Mundial de Fútbol.

«Toda mi vida tuve claro que para mí lo primero eran los estudios y mi formación. El fútbol siempre ha sido una parte importante de mi vida pero es un complemento porque es un mundo cambiante y la carrera de un jugador es corta», destaca Gállego.

Ayer estuvo en su antiguo instituto, el IES Sierra de Guara, y explicó a los alumnos su experiencia a la hora de compaginar el fútbol con los estudios. Uno de sus múltiples consejos es que sean perseverantes porque «el que algo quiere algo le cuesta». «Habrá momentos difíciles, pero es importante que tengan claro qué es lo que quieren hacer y que se organicen», añade. Aparte, hay que tener «autoconfianza ya que a veces ponen expectativas de otros muy negativas y creemos muchas veces que tenemos menos capacidad de la que tenemos».

Por otra parte, a pesar de lograr compaginar el deporte con la formación, Gállego lamenta todas las dificultades que ha tenido que superar. «El futbolista no tiene nada fácil estudiar con el sistema educativo español. Entrenas por las mañanas, a veces tienes que viajar los viernes, las fechas de los exámenes no se pueden cambiar y hay que hacer mil historias. Por ejemplo, perdí casi un curso en total cuando me marché a Cáceres porque no me convalidaron ocho asignaturas», cuenta el futbolista oscense.

En cuanto a sus proyectos futuros, Gállego está informándose a nivel legal y los requisitos necesarios sobre la posibilidad de crear una ONG o una asociación sin ánimo de lucro para trabajar «contra la exclusión social y a favor de los niños desfavorecidos». Y eso con sólo 23 años y siendo futbolista profesional. Pablo Gállego encarna a la perfección el dicho que reza que si quieres, puedes.