Todos están entusiasmados en el barrio de Torrero con la marcha del Giner. Tras la contundente victoria ante el Epila, se pusieron a rememorar y a buscar en los archivos, y llegaron a la conclusión de que hacía nada menos que quince años que el Giner no firmaba un comienzo liguero tan próspero. En esa ocasión el equipo militaba en Primera Regional, y se logró el ascenso. Tal vez ésto sea el preludio de un nuevo ascenso, aunque esta vez a Tercera División.

El cuadro local no se confió, no quería ningún tipo de sorpresa, y para demostrarlo se adelantó en el marcador ya en el primer minuto. Luego, con Colás atrás, que cuando está fino es un auténtico seguro, y Palés como dueño y señor de la línea medular ayudado por el joven Pablo, los jugadores locales pudieron sentenciar, pero el guardameta del Epila estuvo muy acertado. A falta de un minuto para el descanso, Villa puso la emoción en el marcador con el gol del empate, pero al minuto siguiente, Colás volvió a poner a los locales por delante.

La reanudación fue un monólogo del Giner: Romanos en el centro del campo tocó cuanto quiso el balón, Palés lo controló a su antojo, y Raúl Gómez ha vuelto por sus fueros goleadores. La clave de este equipo está en la buena labor del entrenador, que ha sabido conjugar a la perfección la experiencia de lo que ya tenía en sus manos con la savia nueva que le ha venido de las categorías inferiores del club, con jugadores llenos de entusiasmo, liderados ayer por Pablo.