La primera etapa de alta montaña de la Vuelta 2004 sirvió para que los escaladores españoles irrumpieran con fuerza y empezaran a desembarazarse de los ciclistas extranjeros, que sucumbieron por la dureza de la sierra alicantina. Roberto Heras inició la remontada para demostrar que quiere un tercer triunfo en Madrid con el que olvidar su fallo en el Tour. Paco Mancebo, igualmente, volvió a reivindicarse a sí mismo, en la que está siendo su mejor temporada, al mostrar su candidatura al triunfo final. La base militar de Aitana vivió ayer el triunfo de Leonardo Piepoli, el pequeño escalador italiano que acostumbra a destacar más en rondas pequeñas, y observó cómo Floyd Landis salvaba el jersey dorado y cómo se hundían sin remedio Tyler Hamilton y Joseba Beloki.

Fue una etapa con signos de dureza y disputada en algunas partes con bruma y agua. Prueba de ello fue el masivo abandono registrado. 13 corredores se apearon en plena etapa. Entre ellos estaba Carles Torrent, el ciclista catalán del Costa de Almería que obtuvo la medalla de bronce en la prueba de persecución por equipos de pista en los recientes Juegos Olímpicos de Atenas. Pero, además, la jornada se caracterizó por varias caídas, por ejemplo las de Mancebo y Denis Menchov, producto de la peligrosidad de las bajadas por la lluvia que caía sobre Alicante.

RITMO FRENETICO El hundimiento más noticiable fue el de Hamilton. El americano se dejó 10 minutos en Aitana, 9 menos que Beloki. Fue sorprendente, sobre todo tras la exhibición que realizó el sábado en la contrarreloj y conociéndose, además, sus condiciones de escalador.

La etapa, ya de por sí dura, aún lo fue más por el ritmo frenético que marcó la formación del Comunitat Valenciana, actual denominación del Kelme. El director del equipo, Vicente Belda, quería preparar el terreno para que Alejandro Valverde diera su primer golpe ganador. Pero el corredor murciano, a la hora de la verdad, flaqueó un poco, lo justo para que se le fuera la victoria, dejase escapar 29 segundos no excesivamente importantes y tuviera que realizar luego una persecución admirable para mantenerse entre los cinco primeros de la general.

MUCHO PUBLICO La cumbre de Aitana (13 kilómetros de subida a la base del ejército del aire con rampas máximas del 10%), seguida a pie de carretera por numeroso público, fue el lugar donde se reservó la sentencia de la etapa. El Liberty Seguros tomó el relevo del Comunitat Valenciana para preparar el ataque de Heras, ayudado por Isidro Nozal, en un estado de forma pletórico, gracias al cual se colocó en cuarta plaza de la general. Heras demarró a tres kilómetros de meta, cuando ya se había descolgado Landis, cuando Mancebo iba a su captura y cuando Valverde tuvo que levantar el pie por unos instantes.

A Heras tan sólo pudo seguirle Piepoli, quien evitó con su victoria el desencanto del Saunier Duval, su equipo, por el naufragio de Beloki, muy lejos de la forma que tenía antes de su brutal caída en el Tour del 2003. El de Béjar, último vencedor de la Vuelta, empezó a escalar puestos en la general (subió de la 14 posición a la sexta). Heras aún debe restar 1,35 minutos a Landis, en una general que está en un pañuelo. Los cinco primeros clasificados (Landis, Beltrán, Mancebo, Nozal y Valverde) están únicamente separados por 57 segundos, tras cumplirse la primera de las tres semanas de carrera.

LA PREVISION Hoy habrá más montaña. La Vuelta llega al Xorret del Catí, una subida más corta, pero mucho más explosiva que la de Aitana, donde debe esclarecerse un poco más la clasificación. El miércoles próximo la prueba celebrará su primera jornada de descanso, como cita previa a la ascensión inédita al observatorio de Calar Alto, en la ladera almeriense de Sierra Nevada, una de las grandes citas de la presente edición de la ronda española.