Carlos Moyá salió por la puerta grande de la catedral de Wimbledon. El mallorquín se marchó firmando autógrafos y ovacionado por los espectadores. No era la imagen habitual de una derrota, pero ayer se ganó a pulso no sólo ese aplauso sino el respeto del australiano Lleyton Hewitt que tras vencerle en cuatro disputados sets por 6-4, 6-2, 4-6 y 7-6 (7-3) reconoció "su gran clase como tenista". Un piropo que el exnúmero 1 no suele prodigar. "La derrota duele pero me voy contento y pensando que puedo llegar más lejos", valoró Moyá. Ayer demostró que tiene suficientes recursos tenísticos para vencer sobre hierba.

Hewitt necesitó mantener un altísimo nivel durante las 2 horas y 45 minutos de juego para ganar un partido que Moyá tenía pendiente desde que no pudo enfrentarse al australiano en la final de la Copa Davis que España jugó contra Australia en Melbourne.

JUGAR AL LIMITE Moyá tuvo sus ocasiones, pero en todas fue a remolque de un jugador que se mueve como pez en el agua en esa superficie. No obstante, ganó Wimbledon en el 2002 y, a sus 23 años, sólo ha perdido 12 partidos de los 60 que ha jugado en hierba. "Aquí yo juego al límite y mantener ese ritmo se hace muy difícil", razonaba Moyá.

En el primer set el español dispuso de las tres primeras bolas de ruptura del partido con 1-2 en contra pero no aprovechó ninguna. En cambio, Hewitt concretó el primer set ball a su favor y, luego, romper otras dos veces el servicio de Moyá para apuntarse el segundo set.

El mérito de Moyá fue reponerse a ese marcador en contra y luchar hasta el final antes de guardar las raquetas en su bolsa. Y ese esfuerzo tuvo su premio. El mallorquín tendrá el honor de haber sido el primer jugador en romper el servicio de Hewitt, que llevaba 49 juegos sin cederlo. Moyá logró la proeza en el primer juego del tercer set.

En esa fase del partido, el mallorquín hizo vibrar al público y puso el miedo en el cuerpo a su rival. Pero, cuando parecía que iba a forzar el quinto set, dio un paso atrás y perdió el encuentro. Además, ayer, Federer, próximo rival del australiano, ganó a Karlovic (6-3, 7-6, 7-6); Mayer superó a Johansson (6-3, 6-7, 7-6, 6-4); Grosjean venció a Ginepri (6-2, 6-2, 7-6); Henman a Philippoussis (6-2, 7-5, 6-7, 7-6); Ancic a Malisse; Schalken a Spadea (6-2, 7-5, 3-6, 6-2) y Roddick a Popp (7-5, 6-4, 6-4).