Pocas conclusiones pueden extraerse de la primera actuación oficial del Tecnyconta, tanto por la altura del rival como por las dos bajas importantes con las que compitió el equipo aragonés. Seguramente lo mejor de lo sucedido en el Buesa Arena fue la confirmación de que la cantera ya está aquí. Por supuesto está Carlos Alocén, jugador profesional y primer capitán del equipo. No hay que olvidar tampoco a Marc Martí, ilerdense terminado de formar en Zaragoza. Y ya irrumpen otras de las perlas de los equipos inferiores. Jaime Pradilla salió en el quinteto titular, tuvo diez minutos de juego y anotó sus primeros puntos. El ala-pívot zaragozano se convirtió en el segundo jugador del siglo XXI que se estrena en la ACB.

La cantera se cocina a fuego lento y requiere años para empezar a ver pequeños frutos. Hace falta ojo para detectar el talento y crear las condiciones idóneas para desarrollarlo, contando con los entrenadores adecuados para formar al jugador y a la persona. Algo que ha hecho con mimo el Tecnyconta Zaragoza en los últimos años y que comienza a darle réditos, tanto en traspasos como en jugadores para el primer equipo. En todas las generaciones hay algún nombre propio que destaca y llama la atención, pero alguna (y rara) vez es la generación entera la que está llamada a grandes cosas. Es lo que sucede con la del año 2000, llena de chavales con grandes opciones de futuro. Hace años que en el baloncesto se barrunta que Carlos Alocén es un base de primer nivel europeo y que los Jaimes, Fernández y Pradilla, van a ser grandes interiores. Jaime Fernández lo será en el Barcelona, que se lo llevó este verano pagando su cláusula de rescisión. Jaime Pradilla sigue dando pasos en el equipo de casa.

Los últimos pasos suelen ser los más complicados, es fácil perderse. La apuesta por la cantera debe ser una cuestión de convicción más que de fe. Y Porfirio Fisac está más que convencido. El primer día que pisó el Príncipe Felipe aseguró haberse sorprendido por el trabajo de la cantera y ya anunció que iba a contar con seis o siete jugadores en los entrenamientos. La semana pasada lo dejó aún más claro. «Tengo una plantilla de 16 jugadores, unos con contrato profesional y otros semiprofesional», aseguró. No va de farol. Se quedó sin Fran Vázquez y llamó a Jaime Pradilla, pero no para hacer bulto, no para completar el banquillo, no para llevar los balones. Lo puso en el quinteto inicial y le dio diez minutos en pista frente a un cinco físico y móvil, Poirier. El zaragozano dejó alguna muestra de su juego de espaldas, de buenos movimientos en el uno contra uno. Le faltó más fortuna en el tiro (1/6 en tiros de dos), pero capturó tres rebotes y dio una asistencia.

En total fueron tres los canteranos en el Tecnyconta, Carlos Alocén, Marc Martí y Jaime Pradilla. Incluso compartiendo pista dos de ellos en algunos momentos. Pradilla sigue trabajando. Ayer por la mañana fue titular con el Anagán Olivar en la segunda jornada de la Liga EBA y sumó 13 puntos y 14 rebotes para 21 de valoración en 25 minutos.