--Vive en la última semana entre una batalla de sentimientos. Feliz porque el CAI gana, se despierta y descontento porque durante este renacimiento usted ha caído al último lugar de la rotación. ¿Qué emoción es más fuerte?--Que el equipo gane es lo importante. En lo personal tengo que esperar, tener paciencia y seguir trabajando al máximo. Sé que mis oportunidades llegarán tarde o temprano, como a todos los jugadores, y debo centrarme en lograr hacer un buen papel cuando llegue ese momento. No quiero darle más importancia al asunto. Debo tomármelo como un reto para seguir mejorando y con la ilusión de siempre. Unos días salen unos y otro día me tocará a mí.

--La amplia dimensión del equipo provoca estas rotaciones. Es una plantilla en la que cualquiera puede ser titular. ¿Entiende de esta forma su paso al banquillo?--Todos somos importantes en el CAI Zaragoza y así nos sentimos. Si por lesiones o por lo que sea uno no puede jugar un partido, puede estar tranquilo porque sabe que hay calidad suficiente para que un compañero salga a la cancha y no se note. Nadie se resiente. Esa es la grandeza de esta plantilla y tenemos que llegar hasta un punto en el que seamos un equipo compacto y que no se note quién es el que está en la pista.

--Usted dejó la ACB por el CAI, por volver a su casa, pero supongo que no lo hizo para calentar banquillo. ¿Cómo piensa salir de este rol secundario?--Con trabajo, esfuerzo y confianza en mí mismo. Mi manera de ser como jugador se basa en el sacrificio y así lo haré ahora hasta que vuelva a recuperar mi puesto. No soy conformista y no voy a bajar los brazos. Quiero dar lo máximo de mí, sé lo que puedo dar y esto, jugar ahora menos, es un reto para mí más que un castigo.

--¿Le ha pedido alguna explicación a Oscar Quintana?--No es necesario. El entrenador tiene su forma de ver las cosas, su planteamiento. El es el que decide y los jugadores debemos seguir sus mandatos.

--Las dos últimas victorias han devuelto la confianza al equipo y de nuevo se respira tranquilidad en el ambiente. Ahora llegan dos partidos fuera del Príncipe Felipe, en Los Barrios y Orense. Si los gana se catapultará hacia lo alto de la tabla.--No cabe duda de que el equipo ha experimentado una clara mejoría en los dos últimos partidos y se ha ganado confianza después de vencer al Menorca. Coger esta buena línea de juego es muy importante. Los dos encuentros que afrontamos ahora son ante rivales asequibles y por eso difíciles, pero llegamos a ellos con muchas ganas de seguir creciendo.

--Fuenlabrada, Menorca, Murcia.... los aspirantes al ascenso han cogido mucha ventaja. El CAI está a la caza. ¿Se marcan alguna frontera a alcanzar para el término de la primera vuelta?--Nos centramos más en la responsabilidad del día a día. Yo prefiero no mirar a la tabla ni fijarme objetivos y sólo en el hecho de ir a ganar cada encuentro. No estar entre los cinco primeros no sería ningún fracaso ni ningún acierto, aunque si mantenemos esta progresión y aseguramos los resultados está claro que no será complicado estar en ese margen. No obstante, la clasificación al final de la temporada es anecdótica y la que cuenta es la del final de la Liga regular. Ahí es cuando tendremos que estar lo más arriba posible.