Los cazatalentos del Bayern lo ficharon cuando sólo tenía 18 años y aún no había debutado en la Primera División de Perú. Vieron algo especial en él. Su rapidez, su agilidad y su fuerte disparo impresionaron a los ojeadores muniqueses, tan habituados a rastrear las canteras suramericanas. Dejó el Machu Picchu para recalar en Baviera en el 2002. Tras dos temporadas en el segundo equipo, José Paulo Guerrero (Lima, 1984) ha dado el gran salto para convertirse en una de las estrellas del Bayern. Sus cuatro goles en los tres últimos partidos, siempre de suplente, han impulsado al equipo bávaro, que este fin de semana se aupó al liderato de la Bundesliga por primera vez en 18 meses.

El suplente más eficaz

Guerrero no pasa desapercibido. Ni por su juego, descarado y atrevido, ni por su aspecto físico, marcado por las trenzas, cadenas y tatuajes. La nueva joya inca del Bayern ha vivido 15 días espectaculares. El 6 de noviembre marcó un gol en el triunfo ante el Hannover (3-0) en su segundo partido en la Bundesliga. La semana siguiente logró un doble en la remontada contra el Bochum (1-3) y el sábado cerró la victoria frente al Kaiserslautern tres minutos después de sustituir a Roy Makaay (3-1). Además, marcó dos tantos con el segundo equipo en la Copa (9 de noviembre) y uno con su selección ante Chile, el pasado miércoles. Conclusión: siete goles en sus últimos cinco encuentros, cuatro de ellos de suplente.

Conocido en su país como el Soldado y el combatiente , Guerrero lleva una media de goles increíble, pero lo tiene muy difícil para desbancar a Makaay y a su compatriota Pizarro. Precisamente, Pizza es uno de los valedores de Guerrero, que la pasada temporada marcó 21 goles en 24 partidos con el filial. "Estoy orgulloso de vestir la camiseta del Bayern. No quiero defraudar a nadie en esta nueva etapa", dice el delantero, conocido en el vestuario por sus bromas. "Marcar goles es mi trabajo. Es algo normal para mí".

El buen rendimiento del peruano lo reconoce el técnico Felix Magath, que confió en él por las lesiones del paraguayo Roque Santa Cruz y Alexander Zickler, y el escaso rendimiento del iraní Vahid Hashemian. Hasta Michael Ballack, la gran estrella del Bayern, destaca los goles de Guerrero: "Se merece todos los elogios. No es fácil hacerse un hueco en nuestro equipo, pero está fenomenal. Tiene un gran futuro".

Héroe en su país

En Perú también se ha desatado la guerreromanía . El delantero fue el gran protagonista de su país en el último triunfo ante Chile (2-1), en el que marcó tras suplir a Pizarro. Y eso que abandonó su país sin jugar en la élite. El Bayern se lo llevó del equipo juvenil del Alianza de Lima, en el que marcó más de 200 goles desde que llegó con 7 años. Antes, también estuvo en la Academia Percy Rojas y en Las Aguilas de Barranco.

Hoy se considera el delantero de mayor proyección de Perú, país con el que disputó los Juegos Olímpicos de Atenas. Karl Heinz Rummenigge, director ejecutivo del Bayern, ya quiere renovar el contrato de su nueva joya, que acaba en el 2006. "Paulo ha experimentado un desarrollo extraordinario. Sin duda, se merece la renovación".