En plena fase de desescalada el atletismo español se encuentra situado en un prolongado limbo. Todas las grandes pruebas están aplazadas y en la última comisión de clubs de la Federación Española se afirmaba que «el mejor de los escenarios sería poder retomar algo de actividad en septiembre y aprovechar el último trimestre del año, pero una opción que toma mucha fuerza es que no haya competiciones en el 2020», se afirmaba. En esta fase 1 han empezado a abrirse algunas instalaciones, con restricciones, pero deberían pasar un mínimo de dos meses para que los deportistas se mostrarán mínimamente competitivos.

Los clubs están bajo mínimos soportando la crisis sanitaria. En muchos casos en torno al 50% de sus presupuestos corresponden a subvenciones públicas. A esto se une la reducción del patrocinio privado y la dificultad de obtener recursos propios, sobre todo las cuotas de los atletas. Estas subvenciones están unidas a su participación y resultados en Ligas nacionales. Pero es dudoso que se puedan celebrar esta temporada. "La situación es de pesimismo porque hay demasiadas limitaciones. Pero tenemos tiempo por delante. La ventaja es que al descongestionarse el calendario sin los Juegos y los Europeos se podría plantear hacer los Campeonatos de España», afirma Rafa Guerras, el presidente del Alcampo Scorpio.

Esta entidad tiene sus equipos masculino y femenino en la División de Honor. El dirigente quiere ser positivo. «La voluntad es hacer la Liga, pero depende de la desescalada. Aunque habría muchas limitaciones porque en las competiciones hay personas de riesgo como algunos jueces y entrenadores veteranos, no se podría llevar a los equipos en un autobús, habría que ver cómo se plantean las comidas en los restaurantes y mantener las distancias en la instalación...», apunta.

El Intec Zoiti hizo historia el año pasado al ascender por primera vez uno de sus equipos, el masculino, a la máxima categoría. «Teníamos mucha ilusión en debutar el pasado 25 de abril en la Liga. Pero llegó la catástrofe. Se ha montado muy gorda y ahora la indeterminación es total», reconoce Roberto Dieste, el presidente de la Zoiti. El club oscense es el segundo de Aragón con su pirámide basada en la cantera. Tienen 170 federados, 224 fichas escolares, 106 populares y 483 niños en el programa Atletismo Divertido. «Contamos con un presupuesto de 170.000 euros y este año esperábamos tener unas subvenciones de 45.000 euros del Gobierno de Aragón y del Ayuntamiento de Huesca. Pero a día de hoy no sabemos cuándo saldrán las convocatorias», dice Dieste.

Todos los técnicos de la Zoiti han sufrido la crisis. «Nos hemos visto obligados a despedir a los diez entrenadores de promoción en la escuela municipal y Atletismo Divertido. Y tenemos en ERTE a Dani Durán, Lucían Bleza y Guillermo López, que trabajan en el club», dice Dieste.

El histórico Hinaco Monzón tiene sus equipos masculino y femenino en Primera. «La idea era mantenernos este año. Hay un cambio generacional y los jóvenes van mejorando», indica José Antonio Andreu, el presidente del club. El presupuesto de la entidad es de 100.000 euros y este año recibía una subvención de la DGA de 2.000 euros por cada uno de los equipos de Primera. «Pero al no haber escuela de atletismo, el presupuesto se rebajará y nos quedaremos en un 30% menos. Tenemos 146 fichas federadas y 123 escolares».

Ricardo Verdugo, Juan Montaner y Jetzabel Sorinas, los tres técnicos de la escuela, se encuentran en ERTE. Los 10.000 euros de las fichas que pagan el club y los atletas federados a la Federación Española, la territorial y el seguro correspondiente se perderán esta temporada. «La licencia sénior cuesta 119 euros y la juvenil y promesa 80 euros. Habrá niños que tengan problemas para pagar las cuotas y otros que no harán la ficha. Es muy probable que mucha gente joven sin poder entrenarse y competir se descuelgue del atletismo».

Alcampo Scorpio tiene la cantera aragonesa de atletismo más grande con sus 600 licencias de las que la mitad son federadas y la otra de escolares. El año pasado recibió de la DGA 75.067 euros por cada uno de los dos equipos y del Ayuntamiento de Zaragoza 23.732 euros para las chicas y 29.760 para los chicos. «En marzo pagamos con normalidad y aguantamos todo lo posible. Pero tuvieron que entrar en ERTE 14 entrenadores del club», explica Guerras.