Toni Nadal lo dice convencido. "Yo de Federer no temblaría. Puede estar tranquilo". El tío y entrenador del nueve veces campeón de Roland Garros, Rafael Nadal, evitaba especular sobre los próximos retos de su sobrino tras la victoria ante Novak Djokovic. Después de haber ganado el 14° Grand Slam e igualar al estadounidense Pete Sampras, la prensa internacional ya hacía cuentas de si el número 1 mundial alcanzaría los 17 Grand Slams del campeón suizo.

Minutos después, esa misma opinión la repetía el propio campeón cuando le decían que, por su edad, 28 años, y su intención de seguir jugando por los menos hasta los Juegos Olímpicos de Río 2016, hay nueve títulos de Grand Slam que podría disputar e intentar ganar, entre ellos dos Roland Garros más. "Llegar a Río es una ilusión y una motivación porque no pude estar en los últimos Juegos Olímpicos de Londres, pero llegar a los 17 Grand Slams de Federer o superarlos, ahora no es una motivación. Yo hago mi camino y veremos hasta donde llego. De momento estoy muy contento con tener 14 Grand Slams y sé también lo que me ha costado conseguirlos", valoró el campeón, que ayer, antes de marcharse de París, se dio un baño de multitudes en Trocadero, donde se fotografió con la Copa de los Mosqueteros con la torre Eiffel al fondo.

Todo antes de viajar al torneo de Halle (Alemania), donde tiene previsto iniciar su preparación de hierba esta semana. Un triunfo que nadie cree que vaya a ser el último que consiga en París.

"Creo que puede ganar dos Roland Garros más de aquí al final de su carrera. Al margen de Djokovic, que puede ganar alguna vez, no veo a ningún otro jugador con capacidad para rivalizar con Nadal en los próximos tres o cuatro años", escribía el excampeón sueco, Mats Wilander, ayer en L'Equipe.

ESPÍRITU INSACIABLE Ganar tres Grand Slams hasta el 2016 es un objetivo tan posible como complicado, aunque la ventaja de Nadal se llama Roland Garros. "Lo conozco muy bien y cuando gane el 14° Grand Slam querrá el 15 y luego el 16....En esto Rafael es insaciable", aseguraba Carlos Moyá, amigo y capitán de Copa Davis, que ha estado en París siguiendo a los jugadores españoles y ayudándole en los entrenamientos. La victoria de Nadal sobre Djokovic ha roto la sangría de derrotas que había encajado el mallorquín ante el tenista serbio (cuatro consecutivas) y supone un plus para el número 1 de cara a futuras confrontaciones en la lucha por los grandes títulos.

Nadal necesitaba sentirse fuerte para afrontar Wimbledon o, especialmente, el Abierto de EEUU y Australia, que serán los escenarios en los próximos años en los que puede llegar a los 17 títulos de Federer, de quien a punto de cumplir los 33 años, pocos creen que pueda aumentar su cuenta de Grand Slams.

"LA SALUD LO PRIMERO" Por eso, este año, Nadal se llevó un duro golpe cuando después de alcanzar la final en Melbourne no pudo luchar por el título ante Stan Wawrinka por su lesión en la espalda. Él no lo ha dicho nunca, pero en su entorno estaban convencidos de que ahora ya tendría 15 Grand Slams. Wimbledon, dentro de dos semanas, y el Abierto de Estados Unidos, en agosto, son las próximas citas.

En Londres, después de haber ganado en el 2008 y el 2010, el número 1 ha caído en las primeras rondas sus dos últimas participaciones. "Lo primero es la salud y me gustaría recuperar las mejores sensaciones para jugar sobre hierba. No renuncio a Wimbledon porque es un torneo que adoro, pero jugar en hierba es dificil para mí desde que me lesioné. No quiero que me pase como en el 2012 que después no pude jugar más".