Vuelta a las andadas. El Madrid despide el mes de octubre con su peor cara, con muy poco fútbol y rodeado de dudas. Pocas veces un triunfo (2-0) dejó tan mal sabor de boca. Así lo entendió el Bernabéu, que pitó a sus jugadores durante casi todo el choque. Owen volvió a marcar y Ronaldo certificó una pobre victoria en la peor versión del Madrid en su campo en lo que va de temporada.

El cuadro blanco decidió que ayer no tocaba y se tomó el envite como una pesada cita a la que no había más remedio que acudir. Ni siquiera apareció la opulencia ofensiva de los últimos choques. Quizá por la escasa entidad del rival o por la cita del miércoles con el Dinamo de Kiev, lo cierto es que el equipo madridista ofreció una pobre imagen.

Alejado de cualquier intento de jugar al fútbol con brío y sostenido en la dejadez, el Madrid se puso el traje de los domingos y decidió que no quería sufrir ni una sola mancha, a excepción de Iker Casillas, que volvió a ser el mejor de su equipo.

Antes de instalarse en la desidia, el conjunto blanco se encontró con una incómoda presión del Getafe, encaminada a cortar la línea de salida del balón del Madrid. Lejos de atisbarse una solución, los blancos se lo tomaron con calma. Tanta, que salieron a jugar andando y sin ninguna tensión. Sólo Zidane parecía entender que la única salida era mover el balón en busca de espacios, pero el francés apenas encontró apoyo en la movilidad de Owen.

Esa actitud levantó el ánimo del Getafe, que encontró un chollo en la banda izquierda del Madrid. Riki puso a prueba a Casillas con dos disparos consecutivos (m. 18). El público no aguantó más y comenzó a pitar. Con el ambiente crispado, un error defensivo de Belenguer terminó en los pies de Owen, que batió por bajo a Sánchez Broto (m. 28). Un vez más, el fútbol volvía a ser injusto y otra vez Owen sacaba a su equipo de la cueva en el único disparo a portería en todo el primer tiempo.

OCASIONES DEL GETAFE El tanto no cambió la cara del Madrid, más bien fue el salvoconducto para caer en un profundo sueño. De ahí no le sacaron ni las constantes broncas del público ni los sudores fríos de Casillas. Uno de ellos lo provocó Pachón al filo del descanso, tras un gran error de Raúl Bravo.

Pero el Getafe no quería irse de vacío ante la pobre imagen que ofrecía su rival. Los hombres de Quique Flores se volcaron sobre la portería de Casillas y comenzó el sufrimiento blanco. Roberto Carlos sacó con la cabeza un disparo de Gabi (m. 53). A partir de ahí se sucedieron las ocasiones del Getafe, pero no era el día de los delanteros del equipo de la barriada de Madrid, especialmente de Pachón.

En pleno asedio visitante, y ante los silbidos de desaprobación del público, llegó la sentencia. Un disparo de Raúl lo rechazó Sánchez Broto y Ronaldo sólo tuvo que empujar el balón (m. 78) para volver a marcar en el Bernabéu, lo que no hacía desde finales del mes de marzo.

El Madrid sacó adelante el envite, pero dejó síntomas inequívocos de que sus jugadores sólo se enchufan en ocasiones especiales. Ayer dieron la espalda al fútbol, ganaron con lo justo y se agarraron a la suerte para salir indemne ante un equipo humilde, el tercero de Madrid.