Los diez primeros minutos fueron suficientes para decidir la victoria del Mann Filter. Con el 27-7 con el que concluyó el primer cuarto terminó también el partido, aunque el León intentó reducir la distancia y peleó con sus mejores armas: una defensa cerrada y Joanne Hill. En cuanto el Mann Filter superó la barrera leonesa bajo el aro manejando la bola por fuera y conectando el tiro exterior, logró una ventaja en el marcador que resultaría insalvable. La victoria, importante ante un rival directo, deja al Mann Filter con seis triunfos y un poco más cerca de la Copa de la Reina tras los resultados de ayer. Un triunfo la próxima jornada ante el Estudiantes, otro rival directo, sería decisivo para lograr la primera meta de la temporada.

Con el partido ya resuelto de forma prematura, el Mann Filter se permitió el lujo de salir derrotado en los parciales del segundo y del tercer cuarto. Pudo incluso capturar nueve rebotes menos que su rival y permitirse algunas licencias defensivas que le costaron varios puntos. El León se bastaba con Hill (26 puntos al final) para mantener una ligera esperanza, pero la ventaja ya no bajó nunca de los ocho puntos. Así las cosas, el mayor reto para el Filter era mantener la concentración y la intensidad durante todo el encuentro. Tuukkanen y Rasmussen fueron dos gigantes bajo el aro en las jugadas ofensivas, especialmente tras la entrada de Luci Pascua.

EL CAMBIO Ivey realizó un buen encuentro. Su explosividad rompía con facilidad la defensa rival, pero no todas sus acciones podían terminar en canasta ante la muralla leonesa. Cebrián cambió a la norteamericana por Luci Pascua, modificó la forma de atacar al rival y ahí se rompió el encuentro. Con Pascua en la cancha, el Mann Filter se hizo más fuerte y logró dominar también el juego interior. La zona era de la barcelonesa y su trabajo se notó en el despegue local en el marcador. También sus ausencias eran notables en el sufrimiento amarillo bajo el aro. Tres buenas actuaciones y un acompañamiento correcto del resto de jugadoras resumen el encuentro.

Los 26 puntos de Ivey y los 13 rebotes de Hendry, lo mejor y casi lo único del León, mantuvieron un mínimo de emoción en el último cuarto. Las leonesas se habían precipitado en los primeros cuartos intentando reducir la ventaja a base de triples y lanzamientos exteriores. La misma idea que funcionó en el Mann Filter terminó hundiendo al León. Diez minutos fueron suficientes para decidir la victoria local gracias a la versatilidad de un equipo que encontró demasiado rápido la forma de convertir en ventaja propia las virtudes del rival.