Fue la tarde de las estrellas. La semana pasada Alagón citó a las figuras del atletismo aragonés. Allí estuvieron deportistas de tanto renombre como Toni Abadía, María José Poves, Cristina Espejo, Alberto Gavaldá o Carlos Mayo. También acudieron técnicos, directivos, jueces y las nuevas generaciones de este deporte. Para muchos pasó desapercibida la figura de Nacho García Charles. El estadístico recibió uno de los premios de mayor contenido y valor de la tarde. La territorial le otorgó el galardón de impulsor del atletismo aragonés.

García Charles forma para de la memoria de este deporte en Aragón y estudia la arqueología del atletismo junto a investigadores como Celedonio García, José Antonio Adell, Ernesto Bribián o Jaime Pascual. Lleva muchos años realizando una labor ilustrada y recabando datos desde los años setenta hasta el final del siglo XX. "Con tantos cambios de sede que ha tenido la federación se ha destruido mucha documentación. Estoy reconstruyendo el período del 70 al 90 en base a los anuarios, ránkings, reseñas de prensa y resultados. Los voy ordenando y escaneando de manera artesanal y se lo ofreceré a la Federación Aragonesa y al Scorpio", explica García.

Este investigador afable con pinta de intelectual tiene 62 años, es funcionario en excedencia del Ayuntamiento de Zaragoza y una persona muy apreciada por la gente de su época. Fue atleta regional de nivel medio y uno de los fundadores del Scorpio. "Mi recorrido en el atletismo comenzó en el Arenas y siguió en la Hípica. Después, se fundó el Scorpio y desde el principio estuve cerca de su junta directiva", explica.

Era el típico atleta de club que tenía una gran amor por los colores amarillos. Algo muy raro de ver en el atletismo de nuestros días. "Me daba cuenta que mi calidad no daba más de sí. Mi dedicación al entrenamiento no era muy grande. El atletismo para mí era casi más una actividad social que conseguir grandes marcas", afirma. Estuvo pocos años como atleta en activo. "Tenía excesivo sentido del ridículo y me aparté enseguida de la competición". En sus inicios preparó las pruebas de saltos. "Me inicié en la longitud y el triple. En esta prueba batí el récord juvenil provincial con 13,60. Pero después aparecieron en el club saltadores de la talla de Ruiz Budría, Solanas, Rifaterra y me pasé a la velocidad". En este sector llegó a correr el hectómetro en 11.0 y la vuelta a la pista en 50.3.

Recuerdos

Tiene recuerdos imborrables de aquellos añorados tiempos de inicios de los setenta. "Me impresionó Alberto Solanas. Su calidad física y mental era muy grande. María Luisa Orobia tenía mucha calidad. También destacaría la capacidad de mejorar de Esther Lahoz, que pasó de ser del grupo de relleno en la Universidad Laboral a disputar los Juegos. Pero el velocista de más clase que he conocido fue José Luis Arrazola", afirma García Charles.

Una persona que influyó en la personalidad de García fue Pedro Pablo Fernández. "Tuve la desgracia de quedarme sin padre muy pronto y empecé a entrenarme con Pedro Pablo a los 13 años. Pero no me olvidaría de la calidad humana de Félix García, Alfredo Pomar, Antonio Herrero, Vicente Rubio y Rafa Cid, aquella gente que formó la primera directiva del Scorpio". Con los años fue secretario de las territoriales de Alfredo Pomar y Luis Sol. Ahora es un espectador más del atletismo y no está involucrado en ninguna labor directiva. "Cada tiempo tiene su manera de funcionar. No voy a convencer de que el atletismo tiene que ser como pienso que tiene que ser. Me siento mayor cuando veo el atletismo que se hace ahora", reconoce.