--¿Cómo afrontan el partido ante el Numancia?--Como una final, porque venimos de una derrota en nuestro campo que fue dolorosa, ya que hicimos méritos para más. Vamos allí necesitados de resultados y con la carga de no haber ganado aún fuera de casa.

--¿Hay obsesión en el vestuario con eso?--En parte sí existe esa obsesión, llevamos ya tiempo sin sacar los tres puntos a domicilio y hay esa necesidad, que se agrava más al venir de perder. Hay que mantener el mismo estilo de juego que tuvimos en las victorias que hemos logrado en La Romareda y tenemos que estar a la misma altura de ansiedad y motivación que el rival. Queremos mantener una buena línea y eso pasa por ganar en Los Pajaritos.

--Esa línea se truncó con la derrota ante el Mallorca.--Ese partido nos puso en nuestro sitio, en lo que realmente es el equipo. Durante la semana vivimos cómo todo el mundo decía que iba a ser un paseo, imparables en casa, venía el colista... Ese choque nos dejó claro que ningún rival es fácil. Y con esa mentalidad vamos a Soria.

--Por presupuesto y por calidad, el Numancia está en todas las quinielas para el descenso.--Lo del dinero no siempre es un referente y sólo hay que recordar lo que le sucedió hace unos años al Atlético, cuando bajó a Segunda. Siempre digo que hasta febrero no se sabe a qué aspira cada equipo y el Numancia, si encadena un par de triunfos, saldrá de abajo. No podemos fiarnos.