Ni esa mano izquierda herida, ni la nueva raqueta de Roger Federer, ni los consejos de Stefan Edberg al suizo, han impedido que Rafael Nadal juegue el próximo domingo la final del Abierto de Australia por tercera vez en su carrera y tenga la oportunidad de conquistar el 14ª título de Grand Slam. Nada ha parado al número 1 mundial, que se ha impuesto por 7-6 (7-4), 6-4 y 6-3 con más comodidad de la que podía imaginarse.

Nadal ha sumado la 23ª victoria sobre Federer y una de las más fáciles. "Ha sido mi mejor partido del torneo", ha valorado Nadal, que había saltado a la Rod Laver Arena más temeroso y preocupado de lo que le esperaba.

El primer golpe de autoridad sobre la pista lo ha dado Nadal al apuntarse el primer set en el 'tie break'. En 59 minutos, el número 1 mundial ha tomado la ventaja en el marcador después de desperdiciar tres 'break points', dos con 3-3 en el marcador y otro con 4-4. Federer los ha salvado, pero en el juego decisivo ha ido a remolque desde que ha perdido su primer servicio y verse con un 5-1 en contra que le ha sido imposible de levantar.

LLAMADA AL FISIO

En la segunda manga Federer ha continuado con sus dudas e imprecisiones y Nadal, más tranquilo, a pesar de ser atendido en la mano por su llaga en el primer juego, ha roto el servicio del suizo por primera vez en el partido, después de siete 'break points', para adelantarse en el marcador 4-2 y apuntarse la manga por 6-3.

El guion no ha cambiado en la tercera manga. Nadal ha roto el servicio de Federer enseguida (2-1) y aunque el suizo lo ha recuperado en el siguiente juego, en el que ha tenido sus dos primeros 'break points', tras dos horas de juego. Solo ha sido un espejismo. Nadal ha vuelto a vuelto a hacer break en el séptimo juego (4-3) y decidir el partido con otro más en el noveno. Una derecha fuera de la línea (el 50º error no forzado del suizo) le ha dado el pase a la final tras 2 horas y 24 minutos de partido.

"AGRESIVIDAD E INTENSIDAD", LAS CLAVES

"Estoy tremendamente feliz por volver a estar en la final después de no haber podido jugar el año pasado en Melbourne. Es maravilloso" ha valorado el número 1 mundial que ha destacado como claves para su victoria la "agresividad e intensidad" que ha tenido desde el prime punto en juego.

Nadal tendrá el próximo domingo la gran oportunidad de conquistar el 14ª Grand Slam y superar a Pete Sampras, ayer en las gradas de la Rod Laver Arena. El número 1 ha evitado hablar de esa opción. "Ahora solo pienso en el partido con Stanislas Wawrinka. Será un rival muy duro. Está jugando muy bien", ha destacado Nadal que siempre se ha impuesto al tensita suizo en sus 12 anteriores enfrentamientos y sin ceder ni un set.