Palo, palo y más más palos. Así abrió el fuego Lukas Rosol ante Rafael Nadal. Una táctica que permitió al gigante checo apuntarse el primer set y tomar ventaja de 4-2 en el segundo. Rosol tenía contra las cuerdas al número 1 del mundo. Al otro lado de la red estaba ese mismo jugador gigante (1,97 metros, 52 mundial) que dos años atrás le había mandado a casa en segunda ronda, también en la central, después de cinco sets (6-7(9-11), 6-4, 6-4, 2-6, 6-4).

Ayer, como si fuera día de la marmota, se repetía la escena. En la primera hora todo fue igual. Implacable con el 88% de puntos ganados con el saque y 11 aces. Pero el momento de Nadal llegó. Le rompió el saque a Rosol para evitar el 5-3 y acabar igualando 4-4. Triunfo en el tie break y el resto del partido ya fue más sencillo. "Este es mi mejor nivel en hierba en mucho tiempo", admitía el mallorquín, que ahora jugará con el kazajo Kukushkin (63). Roger Federer eliminó a Muller por 6-3, 7-5 y 6-3.