Evitar el descenso es el objetivo que comparten la SD Ejea, el CD Teruel y el CD Ebro tras el final de la primera vuelta del grupo III de la Segunda División B. Ejea y Ebro se sitúan fuera de la zona roja con 21 puntos, solamente a uno del descenso. Los turolenses son colistas con 15 puntos y tienen la salvación a 6 puntos de distancia.

A pesar de que el retorno del CD Teruel a Segunda B, cinco años después, se fraguó con una derrota, los pupilos de Dani Aso firmaron un inicio de temporada ilusionante. Acumularon siete partidos consecutivos sin conocer la derrota en los que destacó la victoria por 0-2 en el Rico Pérez contra el Hércules. «Nuestra idea es intentar dominar el partido a través de la posesión y así hemos logrado mejores estadísticas que el resto de equipos», analiza su técnico Dani Aso.

El principal problema de las escasas victorias turolenses -solamente tres- ha sido la incapacidad de mantener un resultado favorable. Hasta en trece ocasiones los turolenses se adelantaron en el marcador para que después el rival lograse darle la vuelta al partido ya sea en forma de victoria o empate. El primer objetivo de los turolenses será cortar la dinámica de siete partidos consecutivos sin ganar. Para afrontar ese objetivo, Pablo Gállego y Ronald han sido los primeros refuerzos en este mercado invernal. «Esperamos entre 5 y 7 refuerzos que nos ayuden a ser más consistentes. Tenemos que fortalecer la zona central porque se forman grietas que marcan los partidos», concluye Aso.

MEJORAR COMO LOCAL

El Ebro ha pasado por altibajos en esta primera vuelta. Una racha de ocho jornadas sin ganar puso las cosas cuesta arriba. «El club tuvo paciencia a pesar de los resultados. Agradezco a Ander Garitano su confianza en mi trabajo ya que la situación no era fácil», confiesa González. Los de La Almozara lograron reponerse al primer tercio de Liga gracias a su buen hacer en Copa del Rey. «Eliminar a equipos potentes como Marbella, Murcia o Lleida hasta llegar a la histórica eliminatoria de dieciseisavos de Copa del Rey frente al Valencia nos dio alas en un momento difícil, fue un empujón moral cuando los resultados no llegaban», admite el técnico lucense.

El principal problema del Ebro para no poder despegarse de la zona de descenso han sido los nueve empates, cinco de ellos en El Carmen, en los cuales se ha señalado el poco acierto de cara a gol. «No hemos sabido adaptarnos al tipo de partido que debíamos jugar por lo que hemos perdido puntos que se pueden echar de menos debido a la dificultad de ganar fuera de casa en esta categoría», señala González. El Ebro es el único equipo aragonés que no se ha reforzado hasta el momento en el mercado invernal y queda a la espera de fichajes.

El Ejea mantuvo al 70% de la plantilla que consiguió el ascenso y sufrió la tardía llegada del técnico Guillermo Fernández. El equipo necesitó de un acoplamiento exprés que se reflejó en un inicio de liga inestable. «Había que buscar una regularidad, no sabíamos por qué ganábamos y por qué no lo hacíamos», explica Fernández sobre el comienzo irregular ejeano.

Cero goles y cero victorias en siete partidos provocaron todavía una mayor inestabilidad. «La mala suerte de cara gol obligó al equipo a mejorar el nivel defensivo», resalta el técnico madrileño. El Ejea se sobrepuso gracias a la mejoría en el juego firmando actuaciones notables que le han mantenido fuera del descenso. «El único pero es haber conseguido pocos puntos fuera de casa -seis puntos- pero lo hemos contrarrestado con un gran nivel en Luchán», señala Fernández. Julio de Dios y Rubén Garcés han sido los primeros refuerzos invernales para ayudar a que el Ejea siga en Segunda B el año que viene.