Osasuna oficializó ayer el fichaje de Chimy Ávila procedente de San Lorenzo de Almagro. El club navarro ha pagado un traspaso de 2,7 millones de euros por el argentino, que ha firmado un contrato hasta junio de 2023. La cláusula de rescisión del delantero, que jugará su segunda temporada en Primera, será de 25 millones y que el acuerdo entre las entidades navarra y sudamericana también incluye el pago de 600.000 euros en función de la consecución de una serie de hitos deportivos.En el caso de una futura venta por un importe superior a los 15 millones, el club argentino percibiría un millón adicional.

Chimy fue una de las piezas fundamentales en el estreno del Huesca en la élite. El argentino fue el máximo goleador del equipo con diez dianas, algunas de ellas de muy bella factura, que mantuvieron con vida al Huesca hasta el final de Liga. Su entrega ha sido una de las claves para su llegada a Osasuna según las palabras del director deportivo navarro, Braulio Vázquez. «La pasión que transmite Chimy Ávila es muy de Osasuna». El ariete tenía encima de la mesa varias ofertas de otros equipos de Primera División. «Le dijimos cómo íbamos a jugar, dónde iba a jugar él y qué significa esta entidad», apuntó Vázquez acerca de la táctica navarra para fichar al argentino.