Inda Garín estuvo a punto hace pocos días de lograr uno de sus mayores sueños: ser por primera vez en su trayectoria campeona de España sénior de esquí alpino. La deportista del Club Esquí Jaca llegaba a sus 26 años en su mejor momento. Fue varias veces campeona de España infantil y tenía una plata en el supergigante del 2014 por detrás de Carolina Ruiz y dos bronces en el eslalon y el gigante.

En Baqueira Beret tenía la gran oportunidad de su vida de llevarse por primera vez un oro. Primero quedó la quinta del supergigante. Y después llegó el gran día. «En la primera manga saqué todo mi esquí en el gigante. Ganaba por medio segundo. Pero en la segunda manga tuve un pequeño fallo en la parte alta, la nieve estaba un poco blanda y me costó más esquiarla. Al final me quedé a una décima del título». La ganadora fue Nuria Pau. El día siguiente la jacetana quedó la tercera del eslalon sin ningún tipo de presión. «No me lo esperaba porque este año no he esquiado mucho esta modalidad. Pero estoy contenta de los resultados. Ya dice bastante lo que hago al no tener los medios de otras deportistas. Saqué todo el esquí que tengo cuando me entreno y no me afectó que fuese una competición tan importante», indica.

Inda Garín forma parte junto a Nuria Pau de una quinta que carga con la pesada losa de ser la continuadora de una generación irrepetible en la que estaban María José Rienda, Carolina Ruiz y la jacetana Ana Galindo. «Ahora estamos pocas en España. No sé por qué estamos así. Son criterios de la Federación Española». Garín reconoce que se encuentra en el mejor momento de su vida como esquiadora. «Soy bastante técnica y fuerte. Estoy a mi mejor nivel y esquío mejor ahora que hace dos años». Pero reconoce que los Juegos le quedan un poco lejos. «El año pasado había una plaza y no llevaron a ninguna chica en alpino a Corea. Estaba Nuria Pau y Julia Bargalló con mejor ránking que yo. En mi caso lo veo bastante complicado. Sobre todo a nivel financiero. Es un deporte muy caro y encontrar patrocinadores en España es muy difícil», indica.

Desde hace cuatro años lleva residiendo en la época invernal en Francia. Allí se entrena con el equipo Orsatus junto a un grupo de una decena de esquiadoras de varios países en la estación de Meribel. «Aquí estoy muy contenta. Disfruto más el esquí y el ambiente me ayuda a mejorar». Junto a su actuación en Baqueira, Garín elige como mejor carrera del invierno una disputada en Italia. «Era en la estación de Sauze d’Oulx. Terminé la decimotercera de esta carrera FIS».

Garín es de padre navarro y madre sueca y desde los diez años vive en Jaca. «Mi padre era piloto de Iberia y vivíamos en Navacerrada. Cuando era niña Ana Folkegard, mi madre, ganó varios Campeonatos de España de esquí, la acompañábamos en las carreras y mi padre me llevaba a esquiar. Pero elegí el alpino y no me arrepiento», reconoce Garín.

Hace cinco años estuvo en el Centro de Tecnificación (CETDI) de Aragón. «Me llevaban Paco Alegre y Ana Galindo. Lo recuerdo como si fuese ayer. Ana me ayudó mucho». Hace dos años acabó la carrera de Ingeniería en Madrid. «No sabría decir qué tengo de española y de sueca. En España me llaman la sueca. Siempre he vivido con eso y en casa siempre hablamos los dos idiomas», reconoce.