Nadie daba ni un euro por ellas. Eran las novatas de la máxima categoría. Un equipo sin estrellas ni fichajes. Pero, en su primer año de caminar por la División de Honor, las chicas de la Escuela Waterpolo Zaragoza han reventado sus ilusiones y van a celebrar sus 25 años de vida con la disputa de la Copa de la Reina, el próximo mes de febrero, después de acabar la primera vuelta de la Liga en la séptima plaza huyendo de la promoción y el descenso. A pesar de que el equipo aragonés es el que más goles ha encajado de la categoría, con 94, y el que menos ha conseguido, con 45, ha sabido aprovechar de manera fabulosa sus actuaciones, ya que sus dos victorias le han colocado fuera de peligro. En la Escuela, el sinónimo del gol se llama Beatriz Ajovín, máxima anotadora con 17 tantos, pero se siente magníficamente acompañada por otras cuatro escuderas: Alicia Montaner --12--, Ana Puerto --5-- y Ana Ajovín y Adriana Martínez, con cuatro cada una.

Aunque sólo tiene 19 años, Bea Ajovín no atina a recordar cuándo empezó en el waterpolo. "Mi hermana Ana --tres años mayor y con la que comparte equipo-- jugaba y así mi madre aprovechaba el viaje para llevarnos a las dos", relata. "Es un deporte que siempre me ha gustado porque lo practica muy poca gente y me parece muy completo", afirma. La pequeña de las Ajovín fue elegida mejor deportista femenina del 2003 por la Federación Aragonesa de Natación después de haber sido internacional con la selección juvenil en el Campeonato de Europa de Emmen (Holanda) y disputar un torneo cuadrangular en la localidad italiana de Fiuggi.

El año pasado, se proclamó máxima goleadora de la fase preliminar y, con sus 22 tantos en la Liga Nacional de Primera División, empujó a su equipo hasta el techo del waterpolo femenino. En el Campeonato de España juvenil finalizó tercera en la clasificación de rematadoras, con 11 goles. Bea sabe que pronto llegará un día en el que se despedirá del waterpolo. "Estoy estudiando porque de esto no se puede vivir", se lamenta, pero, de momento, sólo piensa en disfrutar. "Ninguna de nosotras se esperaba que nos fuera tan bien en División de Honor. Al principio teníamos mucho miedo, pero hemos trabajado mucho y nos merecemos estar donde estamos", asegura.

El técnico de la Escuela, Francisco Orizo, habla maravillas del punto de referencia en ataque de su equipo. "Bea tiene una calidad técnica envidiable. Coloca los lanzamientos muy bien, aunque a veces es algo débil mentalmente. Para mí, debería estar en la selección júnior sin ninguna duda". De Montaner destaca su fuerza en el tiro; de Martínez, su valentía; y de Ana Ajovín, su experiencia y habilidad para jugar con el tiempo del partido. El entrenador aragonés defiende a sus jugadoras de las críticas como equipo más goleado. "Es culpa mía. Otros entrenadores prefieren maquillar el marcador. A mí, sin embargo, me da igual perder por 10 que por 20. Al final, es una derrota que vale tres puntos, y puedo sentirme orgulloso porque todas las chicas han jugado algún minuto", argumenta.