El Pla-Za cedió en Sabadell la primera derrota de la temporada, pero vendió muy cara su piel y estuvo a punto de sacar el empate en un choque muy disputado y jugado de poder a poder ante uno de los grandes conjuntos de la categoría. Dani Moro lanzó una vaselina que se estrelló en la cruceta de Stunton cuando la bocina anunciaba el final del encuentro, certificando que el brillante comienzo del Pla-Za no es una casualidad, sino fruto del trabajo bien hecho.

Aunque el Sabadell comenzó mandando en el marcador, la ventaja nunca excedió el gol de diferencia, lo que mantuvo al cuadro aragonés con opciones de victoria hasta el final.

Las ocasiones se sucedían entre los jugadores aragoneses, pero no tuvieron acierto para concretarlas. Además, tuvo que jugar el último cuarto sin posibilidad de hacer ningún cambio porque la tercera exclusión de Miguel Hernando supuso su exclusión definitiva. El Pla-Za reclamó un penalti sobre Mario García que los árbitros no señalaron y, a renglón seguido, sí apreciaron penalti en el área aragonesa. Las protestas de Hernando acarrearon su expulsión, lo que mermó las posibilidades del Pla-Za de ganar el encuentro.