El Real Madrid, vigente campeón y equipo más laureado del torneo con 10 títulos, buscará este fin de semana en casa de Pablo Laso, en el Fernando Buesa Arena de Vitoria, la que sería su undécima Euroliga. Al equipo blanco le espera en su séptima Final Four en las nueve últimas ediciones, la sexta de las últimas siete, un camino parecido a su exitosa edición del 2018, cuando superó en semifinales al CSKA, precisamente su rival de mañana en la segunda semifinal.

Sergio Llull reconoció ayer que «es un reto y otra oportunidad de seguir haciendo historia» y recordó que «en Vitoria en los últimos años el Madrid ha conseguido triunfos importantes», pero que en un torneo de estas características «todo comienza de cero y primero tenemos al CSKA», dijo.

A título personal, el segundo capitán del equipo llega «con muchas ganas, motivación y confianza». «Ha sido una temporada complicada en lo personal. Cuando tienes una lesión tan complicada como la que sufrí el año pasado hasta que no pasa más tiempo no vuelves a sentirte como antes», resaltó.

Por su parte, Pablo Laso, el técnico del Real Madrid, aseguró que «las sensaciones son buenas». «El equipo ha luchado mucho para llegar aquí. Estoy orgulloso del trabajo hecho aunque esto no nos debe parar», explicó.

Respecto a la motivación de los jugadores, Laso fue muy claro: «Normal que un jugador tenga ganas de jugar en estas citas. No necesito meterle una guindilla en el culo a Campazzo ni a nadie para que juegue mejor. Lo llevan haciendo durante todo el año», comentó.