El Real Madrid se clasificó para la final de la Copa dos temporadas después de perder este torneo con el Deportivo, en el estadio Santiago Bernabéu, en el centenario de su fundación. El cuadro madridista, con más sufrimiento del esperado, hizo valer al final el resultado de la ida (2-0) ante un Sevilla que en la vuelta plantó cara a los blancos en un intenso partido.

En el recuerdo sevillista estaba el 4-1 de la Liga y que eso demostraba que era posible eliminar al Madrid, hecho que fue ratificado cuando a los 44 segundos de juego Antonio López abrió el marcador y empezó a recorrer el camino pretendido por los locales. Los jugadores de Joaquín Caparrós se emplearon en todo momento con mucha fe ante un Real Madrid que no se puso nervioso y que intentó marcar el gol de la sentencia en esporádicas ocasiones.

ROJA A ZIDANE La presión sevillista fue enorme en el centro del campo, lo que impidió que Guti y Beckham organizaran bien los ataques y que Zidane y Figo, por las bandas, crearan opciones de peligro para Raúl y Ronaldo. Esto hizo que el partido se encaminara hacia el descanso con las espadas en todo lo alto.

En la fase final del primer periodo, el Madrid encontró algunos espacios en la zaga sevillista y gozó de un par de claras ocasiones para batir la portería defendida por Esteban. Pero no marcó y además perdió a Zidane al ser expulsado por Iturralde González, tras consultar con su asistente Rafael Guerrero, quien vio un dudoso codazo del jugador francés sobre Pablo Alfaro.

En la reanudación, con Raúl algo más retrasado para cubrir la ausencia de Zidane, el Madrid controló el juego con la intención de hacer valer el resultado de la ida y más aún cuando equilibraron los efectivos sobre el campo por la expulsión del local Javi Navarro.

El Sevilla, muy desgastado físicamente, ya no tuvo el empuje de la primera mitad y el Real Madrid intentó aprovecharse de la debilidad del rival para poner empatar y dejar escrita ya la historia de la eliminatoria, pero lo hizo con poca convicción. Esto le dio incertidumbre al encuentro, ya que los locales pudieron sacar rendimiento de algún despiste de la zaga visitante para intentar forzar la prórroga. Pero el Sevilla no pudo más y el Madrid no pasó por demasiados apuros.