El Real Madrid culminó su fase de clasificación para los cruces en la Liga de Campeones con una cómoda victoria por 4-0 ante el Ludogorets, que no pudo evitar el pleno madridista y el récord histórico de 19 partidos oficiales consecutivos ganados. Con bastantes caras poco habituales el conjunto blanco apisonó sin contemplaciones al débil equipo búlgaro.

El jugador más destacado de la primera parte fue Illarramendi, que no solo aportó lucha y pelea, también jugó y, además, muy bien. Dio tres pases en profundidad geniales. Isco estuvo a punto de aprovecharse de uno, pero falló un mano a mano ante el guardameta Stoyanov. Mientras, Cristiano estaba empeñado en perseguir a Lionel Messi, que antes del partido tenía una renta de tres goles sobre el portugués en el total de tantos marcados en la historia de la Liga de Campeones. El luso estuvo algo fallón, pero no faltó a su cita con el gol. Lo consiguió de penalti en la jugada clave del partido. Una mano del brasileño Marcelinho tras un remate de cabeza de Varane, acabó con la expulsión del jugador del Ludogorets y con el tanto desde los once metros de Cristiano. Ahí se acabó el partido. Era el minuto 20 y con una eternidad por delante, el cuadro búlgaro, que aún aspiraba a clasificarse para la Liga Europa, no pudo hacer otra cosa más que esperar un milagro. En alguna ocasión lo rozó, pero Keylor Navas se encargó de salvar el peligro con tres intervenciones efectivas adornadas tal vez con algo de espectacularidad.

Era cuestión de tiempo que cayeran más goles en la portería del Ludogorets y Bale, aún en el primer tiempo, Arbeloa y el canterano Medrán, pusieron la puntilla a un partido que duró 20 minutos y que permitió al Real Madrid conseguir el pleno de victorias en la fase de grupos y conseguir el récord de 19 victorias, algo inédito en España.