El Club Baloncesto Peñas de Huesca quiere reverdecer viejos laureles. La entidad presidida por José Manuel Rincón recuerda la gloriosa época en la que el equipo oscense estuvo once años en la ACB luchando con los gigantes de la Liga de baloncesto más potente del viejo continente. Los tiempos han cambiado y ahora la entidad altoaragonesa trabaja tranquilamente con la cantera sin fijarse metas a largo plazo. Tiene 180 jugadores integrados en 16 equipos y su gran estandarte es su equipo de Liga LEB.

David Álvarez lleva la batuta de toda la cantera desde su cargo de director deportivo. "Veo complicado regresar a la Liga Endesa puesto que imponen unas condiciones leoninas y no es accesible para equipos como el Peñas. Si no hay muchísimo dinero para pagar un canon tan elitista, es imposible regresar a la máxima categoría. Por ilusión y afición podríamos estar allí, pero las condiciones son las que mandan. Hay que ser realistas y, si tuviéramos opciones de Liga ACB, tendríamos que renunciar por el tema económico. Pero nadie pensaba que el Balonmano Huesca podría estar en la Asobal y el año que viene disputará la Copa EHF...", afirma.

La metas de sus equipos escolares no son buscar a ultranza los resultados. "A principio de temporada no nos planteamos unas metas demasiado ambiciosas, sino consolidar la base en su número y calidad. Nuestro objetivo es trabajar para tener lo antes posible el mayor número de jugadores que puedan acceder a la Liga LEB", explica David Álvarez. El Peñas ya está recogiendo frutos. Tres júniors como son Nacho Sarasa, José Malo y Carlos Blasco hicieron la pretemporada con el primer equipo y Carlos Blasco está vinculado al Boscos.

Infantiles

El grupo más importante de cantera lo forman los infantiles. "Uno de nuestros logros es contar con tres equipos infantiles masculinos y uno de chicas que ha quedado subcampeón provincial". El gran vivero del Peñas son los institutos Sierra de Guara y Lucas Mallada y los colegios Pedro Rubio, Sancho Ramírez y Pío XII. "En ciudades como Huesca no podemos discriminar a nadie. Al tener pocos practicantes, intentamos tener una pirámide lo más amplia posible", explica Álvarez.

Álvarez es un histórico de la entidad peñista. Tiene 44 años y desde los 14 está vinculado al primer equipo de básquet de la capital del Altoaragón. "Fui jugador en categorías inferiores, llevé al equipo en EBA y ahora soy el coordinador. Soy un peñista más y puede que sea el más veterano de la entidad. Sólo me falta ser presidente, pero ni me lo planteo", dice con ironía.

La gran potencia del baloncesto aragonés se encuentra en la capital aragonesa. Pero Álvarez confiesa que en Huesca se van acortando las distancias. "Zaragoza tiene la ventaja de la población. Entre Helios y Casablanca tienen más equipos que en toda la provincia de Huesca. Pero las distancias son cada vez más cortas como prueba que nuestro equipo júnior ha sido el tercero de Aragón. En Zaragoza hacen selección entre colegios y nosotros tenemos que mejorar al jugador desde pequeño", dice David Álvarez. El Peñas prefiere no compararse con el fútbol y el balonmano oscenses. "No es soberbia, pero un club con 37 años de vida no tiene que compararse con nadie, sino hacer su trabajo. Hay que mejorar, que los jugadores tengan una afinidad con el Peñas, que sean un peñista más y que se formen jugadores para el primer equipo".

El Peñas también se vuelca este año con la integración gracias a una escuela de baloncesto que realiza los domingos. "Con la colaboración de Cáritas hemos dado la oportunidad a una treintena de niños que por su situación personal o económica no pueden acceder a una actividad continuada y reglada para que se inicien con chavales de nuestra cantera. Se hace en el pabellón Alberto Rubio. Hemos creado unas becas para que los chavales sigan jugando a baloncesto", apunta.