El mejor CAI Aragón del año 2009 se llevó el triunfo más plácido y brillante de los últimos meses ante un Arrate peleón aunque precipitado y escaló dos puestos en la clasificación gracias a las derrotas de todos sus rivales directos. La séptima plaza no solo sigue siendo posible sino que debe ser el objetivo irrenunciable del equipo. Faltaron a la cita las dos teóricas estrellas del equipo, Hussein Zaky y Dalibor Doder. El CAI no les echó de menos porque funcionó como bloque. Víctor Álvarez y Ortega movieron al equipo desde la posición de central y Vatne y Sorrentino arrimaron el hombro desde el lateral. Al fin aparecieron los extremos y Carlos Prendes jugó en otra dimensión.

Las tres paradas iniciales de Iñaki Malumbres dieron vida al Arrate, pero apareció un omnipresente Borges para saltar, presionar, robar y correr como una centella. El brasileño le dio la vuelta al marcador pero pidió el cambio al cuarto de hora. Sin Sorli, lesionado, Sifre ocupó el extremo izquierdo y Cartón, el derecho. De rectificado, Sifre anotó tres goles con la diestra y provocó dos exclusiones del rival en menos de diez minutos. Hasta ahora había sido el más descartado. Ayer, todo funcionó en su sitio. El balón se movía rápido y los jugadores, también, por lo que siempre se encontraba la mejor solución, bien desde las esquinas, bien desde los nueve metros con Vatne y Sorrentino.

En la segunda parte, tres errores permitieron al Arrate empatar el marcador (16-16). Pero el CAI confió en sí mismo, en su juego, en sus recursos. Sin Arrhenius, todavía renqueante, y con Stankovic guardando fuerzas en el banquillo, todos y cada uno aportaron el máximo tanto en defensa como en ataque para regalar al público el mejor partido del año. Y luego está Carlos Prendes. El pivote asturiano jugó casi todo el partido, se vació en defensa, muy atento a la primera línea rival, y se mostró intratable en ataque, donde cazaba al vuelo cualquier cosa que volara y la convertía en gol. A ese nivel, el naranja del CAI debería convertirse en el rojo de la selección.

Además, Sorrentino reapareció como si nada, soltando el brazo, pegándose como siempre, mirando a sus compañeros. Ortega se regaló otro partidazo por su cumpleaños y, para completar la fiesta, Cartón recuperó el acierto en el último minuto. No faltó nada ni se echó de menos a nadie. El CAI Aragón ha recuperado el buen tono en el momento más oportuno de la temporada.