El Zaragoza se adentra el jueves (21.00 horas) de nuevo en los confines de Europa para participar por duodécima vez en la Copa de la UEFA. Una competición que conoce a la perfección, que ganó bajo su antigua denominación de Copa de Ferias de 1963-64, pero en la que últimamente sólo palpa la decepción y la humillación. La cruel sombra del Servette (2001-2002) y del Wisla (2000-2001) se cierne como advertencia en la primera eliminatoria ante el Sigma Olomouc checo, un rival inferior y desconocido, carne de cañón para los de Víctor y, precisamente por eso, por su humildad, una perfecta trampa.

La frescura del actual Zaragoza hace más inverosímil el presagio fatalista, aunque el turno de los partidos (primero en La Romareda y luego en Olomouc el día 30) no tranquiliza y coincide con los precedentes nefastos de Servette y Cracovia. Otro punto favorable es la falta de un listón obligado. El Zaragoza se toma esta incursión europea como un premio inesperado, lleno de ilusión y falto de responsabilidad. No obstante, el club lleva 38 años sin superar los octavos en esta competición --la gloria se reservó para la Recopa-- y ese tope sería una meta razonable para sus aspiraciones. Luego... a soñar.

Un ´burgués´ sin título

La lucidez de la selección checa, única amiga del buen fútbol en la pasada Eurocopa del bostezo, no se transporta al método de Petr Ulicny en el Sigma Olomouc. Son el ejemplo de la escuela sovietica. Duros, rocosos, expertos y potentes en el juego aéreo. La fórmula les ha valido para situarse quintos (tres victorias y dos derrotas) tras cinco jornadas del inicio de su Liga. El Sigma llegará a Zaragoza con la moral repleta tras vencer gracias a una gran segunda parte al Pribram por 3-0 (dos goles de Babnic y uno de Bednar) en su coqueto y funcional Andruv Stadiom (12.000 espectadores), donde sólo conoce la victoria. Fuera de su casa sólo acumula derrotas.

El club de Olomouc, ciudad de unos 150.000 habitantes situada a 150 kilómetros de la motera Brno, es un burgués de la zona media-alta de Liga Gambrinus, aunque no posee ningún título local, y víctima común de las primeras rondas de la UEFA. Su mayor logro continental data de 1992 cuando alcanzó los cuartos ante el Madrid, ante el que cayó. No fue la única vez que se cruzó con un conjunto español. El Mallorca (1999-2000) y el Celta de Vigo (2001-02) le apearon a las primeras de cambio. Otro buen augurio para el Zaragoza.