Además de las jornadas de caza al uso, otra de las procedencias de piezas para la disecación son los safaris. Actualmente hay un auge de esta modalidad en aficionados de Aragón. El precio de un safarí puede ir desde los 12.000 euros hasta los 40.000 euros dependiendo de variables como son el destino, la duración, o las condiciones en que se realiza la cacería. Uno de los principales destinos para los iniciados o expertos en el safarí es el continente africano. En los safaris de iniciación los principales ejemplares de caza son los antílopes, ya sean gacelas, kudus, ciervos de agua. En los safaris para experimentados son búfalos, leones, elefantes...

Otros destinos de safarí elegidos son Argentina, Canada, o Kazakhstan. Según explica Jesús Torres, los animales que se cazan, aunque en otras zonas puedan estar protegidas, se capturan dentro de la legalidad y con todos los permisos necesarios (incluidos certificados de aduanas, sanitarios y cites). Uno de los principales problemas que puede encontrarse el cliente a la hora de realizar un safari es la posterior pérdida de las pieles, que suelen conservarse como recuerdo. Algo que no todas las empresas del sector garantizas, por esta razón hay que procurar informarse bien antes de lanzarse a una aventura de estas dimensiones.