La selección española de balonmano dio un nuevo paso hacia las semifinales del Europeo de Croacia, tras golear ayer a Macedonia por 20-31. Un encuentro en el que el conjunto español, liderado por un extraordinario Gonzalo Pérez de Vargas, ofreció una auténtica lección defensiva en el primer tiempo.

«Si queremos hacer algo en este Europeo tenemos que mejorar en defensa», una frase que, casi a modo de mantra, los internacionales españoles no han dejado de repetir desde la derrota encajada ante Dinamarca.

A diferencia de lo ocurrido ante los daneses, en esta ocasión el equipo español sí se mostró como ese bloque compacto, que a base de constantes ayudas y, sobre todo, de mucha velocidad de piernas logró cerrar todos los caminos posibles al gol a su rival.

Una mejoría defensiva que llegó en el momento en el que el seleccionador Ribera apostó, por fin, tras numerosas pruebas durante los tres primeros partidos, por situar a Viran Morros y Guardiola como eje de la defensa en el combinado nacional.

España se dio un baño de autoestima en todas las facetas del juego antes de las dos finales que quedan por disputar ante Eslovenia y Alemania para llegar a semifinales, a las que ayer presentó claramente su candidatura.

Macedonia 20

España 31

3Marcador cada cinco minutos: 0-3, 1-6, 3-7, 5-10, 5-11 y 6-15 (Descanso) 8-17, 10-20, 13-22, 14-25, 17-29 y 20-31.

3Árbitro: Gousko y Repkin. Excluyeron por dos minutos a Manaskov por Macedonia; y a Gurbindo (2) y Dani por España.

3Macedonia: Rivstoski; Georgievski (1), Stoilov (4), Taleski (3), Jonovski y Manaskov (4, 3p) -equipo inicial- Mitrevski (ps), Velkovski (2), Lazarov (1p), Pribak (1), Mirkulovski, Markoski), Kuzmanovski (2), Lazarov y Popovski (2).

3España: Pérez (1) ; Balaguer (1), Gurbindo (6), Sarmiento (2), Cañellas (1), Rivera (1p) y Aginagalde (1) -equipo inicial- Corrales (ps), Solé (5, 1p), Alex (2), Raúl (1), Dani, Morros, Ariño (2), Gedeón Guardiola (3) y Figueras (5).