En los Apeninos, en el Gran Sasso, Yaiza Miñana sueña con volar en las montañas trasalpinas. Es allí, en la localidad italiana de l’Aquila, donde la zaragozana disputa su segundo Campeonato del Mundo Juvenil tras el del año pasado en Andorra. En las montañas pirenaicas Miñana se llevó el bronce en el skyrunning, La montañera forma parte de los otros 16 seleccionados entre los que también se encuentra el jacetano Dani Osanz. Ambos compiten en la categoría júnior (entre los 18 y los 20 años). Hoy en el kilómetro vertical y el domingo en la prueba de skyrunning.

Ha preparado a conciencia la competición italiana. «Este año hay más nivel, pero me puede salir bien porque he llegado mejor. ¡Ojalá supere el tercer puesto del 2017! Me viene bien porque es muy montañera y no hay tramos llanos y se adecúa a mis condiciones. Por lo menos daré lo mejor de mi misma, cosa que no pasó el 2017 puesto que llegué de los Alpes reventada y sin entrenar nada. Regresé tras subir el Mont Blanc y a los cinco días estaba corriendo el Campeonato del Mundo», dice la corredora de 19 años.

La distancia de los 21 kilómetros del skyrunning se adapta como anillo al dedo a la aragonesa. «Me recuerda a una ruta de montaña rápida. No me van las carreras de 10 kilómetros y la máxima tirada que he hecho ha sido la subida al Teide, que fueron 40 kilómetros. Subo y bajo, soy montañera y no me va llanear». Miñana se considera tanto a más sufridora que Dani Osanz. «En el Campeonato de España en Borriols me desamayé al final de la carrera. Tenía un cansancio terrible, me dio un golpe de calor y me habría retirado. Al final acabé la tercera», indica la montañera aragonesa.

Tras su exitoso debut en la competición el año pasado después llegaron los malos momentos para Miñana. «Terminé el año pasado reventada. Empecé con una anemia tremenda, me lesioné del sóleo y el sacro y no pude hacer una pretemporada buena. Metí mucha caña, no me cuidaba y eso me pasó factura. Por la lesión en el sacro me dolía la espalda y por eso disputé el Kilómetro Vertical». Hasta el momento ha ganado una de las pruebas de la Copa de España en El Caro. Quedan dos para acabar. «Finalizaré el curso con la carrera de 21 kilómetros del Valle de Tena y la prueba de Villarluengo. «Después quiero hacer una buena pretemporada sin lesiones», explica.

Se inició hace tres años en la modalidad. «Quería hacer abdominales y empecé a correr en el monte. Subí rápido el Pico del Águila y después entre en el Centro de Tecnificación de la territorial. Aunque hago montaña con el Club del Colegio de Abogados de Zaragoza desde los seis años». La temporada pasada la preparaba Alba Martos, pero ahora la lleva Olmo Allué. «Disfruto más aunque me meta más caña y, aunque no rinda, a mí eso es lo que me gusta».

Su padre es abogado y estudia Primero de Derecho. «Es muy denso y hay que meter muchas horas. Me cuesta compaginarlo con los entrenos porque los termino muy cansada. Estudiar cansada es terrible y este año no lo he pasado bien. Tengo los pies en la tierra y mi prioridad son los estudios y mi futuro puede estar en la Guardia Civil. Después son los sueños de mi cabeza. Yo soy yo y mis consecuencias», sentencia.