El BM Huesca tuvo que tirar de coraje y del apoyo de la afición para lograr un triunfo importante que le afianza todavía más en la cuarta plaza de la clasificación de la Liga Asobal, en un partido que como siempre ante Anaitasuna fue de gran emoción e igualdad (28-25).

Cuando peor lo tenía el equipo de Nolasco, con cuatro goles de desventaja (17-21), en el ecuador de la segunda parte, además de la expulsión con roja directa de Carlos Molina, la simbiosis de la afición y el equipo hizo que se creciera éste de tal manera que le dio la vuelta al marcador (24-23). Entonces, los locales no dejaron escapar el triunfo.