Víctor Muñoz empezó a trabajar ayer con su improvisada zaga de emergencia. Las ausencias ante el Sevilla de Cuartero, Alvaro y Milito --confirmadas ayer por Competición-- dejan a Ponzio en el lateral diestro, a David Pirri --el más asiduo en la plaza-- en el izquierdo y a Rebosio y a Toledo de centrales. Casi un experimento. Y como este tipo de inventos requiere de un rodaje, el técnico del conjunto aragonés no tardó ni un sólo día en la vuelta al tajo del equipo para ponerse manos a la obra, ya que trabajó casi una hora con esos jugadores --además de Generelo o Soriano por delante-- para ensayar movimientos defensivos y de coordinación. Falta va a hacer.

De todas las papeletas, la mayor es la de la pareja en el eje, ya que Alvaro y Milito han sido la columna base de este Zaragoza y por primera vez en todo el curso van a faltar ambos a la vez. Rebosio, que llegó al Zaragoza como central, ha pasado este curso a desenvolverse en el lateral o en el banquillo --sobre todo últimamente--. En esta temporada, sólo acumula cinco encuentros en el eje, en cuatro de ellos como sustituto de alguno de los titulares más el experimento con tres centrales de Paco Flores en Málaga, a lo que hay que añadir los 38 minutos que jugó con Cuartero el pasado en San Mamés después de las dos expulsiones de Medina Cantalejo.

Diálogo y coordinación

"Lo fundamental es que haya comunicación entre nosotros. No sólo entre Delio y yo, sino de toda la parte de atrás. Obviamente, es una defensa inédita, pero se trata de que cada uno haga su papel", admite Rebosio, que también reconoce sus ganas por volver a la titularidad después de mucho tiempo en el banquillo: "Alvaro y Milito están a un nivel muy alto y será difícil suplirlos, pero con las ganas y el apoyo de la gente esperamos hacerlo bien".

Para Delio Toledo la experiencia es mucho más insólita. En Cerro Porteño, su primer club en Paraguay, jugó algunas veces como central, pero desde entonces pasó al lateral izquierdo y tan apenas se ha movido en el eje. No lo hizo en el Espanyol y en el Zaragoza sólo tuvo una ocasión nada más llegar, en un partido de Copa ante la Real Sociedad del curso pasado, cuando la expulsión de Komljenovic le ubicó como pareja de Paco. "Por culpa de las bajas estamos improvisando algunas cosas y eso puede ser fatal, pero poniendo ganas y la concentración podemos llevar esto adelante", explica el futbolista paraguayo, que no pudo jugar en San Mamés por gripe.

"Tendré que poner más atención para evitar caerme hacia mi puesto habitual. Lo fundamental es que hablemos mucho y tenemos estos días para corregir errores, ya que la defensa va a ser prácticamente nueva", añade.

Lo es también por el costado derecho, donde Ponzio sólo acumula 130 minutos distribuidos en cuatro partidos, todos con Víctor como entrenador y ninguno de titular. "Jugué en esa demarcación en Argentina y alguna vez también lo he hecho aquí. Estoy preparado", asegura el centrocampista, que dejará su posición en la medular a Generelo. La cuarta pata del banco defensivo, David Pirri, es con mucha diferencia la más habitual de todas, ya que las molestias en el pubis de Toledo a lo largo de la temporada le han permitido moverse en el lateral izquierdo en 22 partidos entre Liga y Copa.