El aire de Sobradiel está traspasando fronteras gracias a Grumetal. La compañía, con más de 50 años de historia, fabrica en su planta zaragozana aerosoles vacíos que comercializa en países como Francia, Portugal, Reino Unido, Alemania o Argelia. "Nosotros los vendemos a las empresas que se encargan de rellenarlos, así que buena parte de nuestros envíos son aire", bromea el director comercial de la firma, Julien Barde. Su buen hacer en materia de internacionalización ya fue reconocido por la Cámara de Comercio de Zaragoza en los premios a la exportación del 2010. De hecho, su capacidad exportadora se ha elevado más de un 40% desde el 2009, lo que le ha permitido seguir creciendo a pesar de la crisis.

Grumetal facturó en el 2013 unos 33 millones de euros --cinco más que en el 2012--, mientras que la fábrica de Sobradiel ha podido sumar nuevos efectivos. Actualmente, emplea a más de 100 personas, cuando en el 2008 apenas eran 80.

La factoría, integrada desde 1982 en el grupo francés Massilly Holding, también fabrica botes de conserva y tapas para el sector de la alimentación, pero más del 60% de su producción corresponde a los envases de aerosol. No en vano, la empresa era hasta el 2010 la única del grupo que producía este tipo de esprays.

Un referente del grupo

La experiencia acumulada durante todos estos años, ha convertido a Grumetal en el referente del grupo en la división de aerosoles. Así, la multinacional francesa tuvo muy en cuenta sus conocimientos a la hora de abrir tres nuevas plantas de este segmento en Reino Unido, Rusia y Alemania. De hecho, Grumetal es la encargada de suministrar a estas fábricas los fondos y las cúpulas de los aerosoles, lo que le ha aportado otra línea de negocio. "Uno de nuestros objetivos es seguir apoyando el crecimiento del grupo en esta división desde Sobradiel", apunta el director gerente de Grumetal, Nicolas Aulanier.

A pesar de ser muy relevantes, sus cifras de exportación aún podrían ser mayores si el coste logístico no fuera tan elevado. "Cuanto más nos alejamos de España menos competitivos somos, porque nuestro producto ocupa un gran volumen", explica Aulanier. Una situación que les perjudica, pero que, por otra parte, también les beneficia, ya que impide la llegada de otros competidores. "Si el coste del transporte no fuera tan alto, empresas de Turquía o de Asia, muy potentes en el sector, podrían posicionarse en nuestro entorno", indica Aulanier.

El hecho de pertenecer a una multinacional también frena, de alguna forma, las ventas en el exterior de Grumetal. No en vano, el grupo Massilly cuenta con plantas en casi 15 países y, por tanto, realiza su delimitaciones geográficas estratégicas.

Sin embargo, la integración de la firma en Massilly representó "un gran hito" para la planta de Sobradiel, ya que le ha aportado grandes ventajas competitivas. Gracias a su apoyo, por ejemplo, Grumetal pudo adquirir en marzo del año pasado la fábrica de European Cans en Manlleu (Barcelona), con una plantilla de 25 personas y dedicada también a la producción de aerosoles. "Siempre es bueno ganar tamaño porque así incorporamos nuevos clientes y, además, podemos compartir sinergias", destaca Aulanier. Además, durante los últimos años, el grupo ha apostado de forma clara por impulsar la fábrica de Sobradiel. Cada ejercicio, la multinacional ha invertido de media "entre uno y dos millones de euros" para mejorar la productividad y la seguridad de la planta.

Todo ello, ha permitido a Grumetal seguir creciendo en un sector tan competitivo como el suyo. "Con la crisis los precios han ido a la baja, así que la única forma de sobrevivir es garantizar un buen servicio, calidad y puntualidad en los plazos", comenta Aulanier, que subraya que España es el segundo mercado más importante de todo el grupo.

La factoría aragonesa,que fabrica al año unos 100 millones de aerosoles, suministra a los interproveedores de las principales marcas del sector de la limpieza, el industrial o la cosmética. Y trabaja con proveedores como Arcelor Mittal, Tata Steel Corus o Rasselstein, que se encargan de suministrarle su materia prima (la hojalata electrolítica). De lo que no se ocupa Grumetal es de litografiar los diseños de las marcas en los aerosoles. "Para ese trabajo el grupo cuenta con una planta propia en Logroño, aunque también acudimos a empresas externas", explica Aulanier.

Además de apostar por la tecnología, la compañía sigue incorporando nuevas certificaciones (ya cuenta con la ISO 9001 y la ISO 22000), al tiempo que se centra en la mejora continua de su seguridad laboral. "El objetivo es llegar a los cero accidentes", concreta Aulanier.

El grupo Massilly, creado en 1911, emplea a 1.500 trabajadores en todo el mundo y el año pasado facturó unos 300 millones de euros. La multinacional, que es el tercer fabricante de tapas metálicas de Europa, cuenta con sociedades en Francia, España, Reino Unido, Italia, Suiza, Bélgica, Sudáfrica, Marruecos, Dinamarca, Canadá, Ghana, Perú, India y Rusia.