El BCE sacó ayer tarjeta amarilla al sector financiero y el aviso pasó factura a la cotización de los entidades financieras. El representante francés en el directorio del BCE, Benoit Coeure, advirtió ayer de que la opción de imponer una tasa de interés negativa a los depósitos que realizan los bancos de la eurozona en las cuentas del BCE está siendo estudiada "muy seriamente" por la institución.

La medida afectaría de forma importante a las entidades financieras españolas y seguramente por ello sus cotizaciones cerraron ayer mayoritariamente con recortes. La evolución del Ibex 35, que disfrutó de ganancias durante la mayor parte de la sesión de ayer, se dio la vuelta y acabó con una ligera pérdida del 0,1%, hasta los 10.080,80 puntos.

El BBVA perdió el 0,54% y el Santander, el 0,43%. Caixabank lideró las pérdidas, al caer el 1,96%. Bankia se dejó el 1,50% de su valor y Bankinter perdió el 0,98%. El Sabadell se desmarcó del resto del sector con un rebote del 3,42%, impulsado por la mejora de valoración de HSBC. Las subidas, por su parte, estuvieron lideradas por Sacyr, que se disparó el 4,70% tras recibir la noticia del "principio de acuerdo" con el Canal de Panamá.

Con su caída del 0,1%, el indicador bursátil español se desmarcó de las subidas generalizadas extendidas entre el resto de plazas de Europa. Milán lideró la tendencia con una subida superior al 1%, mientras que Londres cerró plano. En el mercado de deuda pública, la prima de riesgo española se mantuvo estable en el entorno de los 195 puntos básicos.