El Consejo de Ministros garantizó el jueves a los sindicatos que el salario mínimo interprofesional (SMI) tendrá una cláusula de revisión anual para evitar la pérdida de poder adquisitivo. La cláusula, similar a la de las pensiones, compensará a los perceptores del SMI, si al finalizar cada año la inflación sube más de lo que se incrementó el salario mínimo.

Esta decisión, tras la bronca montada el día anterior por los representantes sindicales, supone una clara rectificación del Gobierno; en particular, del vicepresidente Pedro Solbes y del propio presidente, José Luis Rodríguez Zapatero.

El miércoles, cuando se iba a firmar este acuerdo, de forma sorpresiva El ministro de Trabajo retiró el texto de la mesa. Dijo que necesitaba tiempo para ultimar la cláusula de revisión y que el presidente Zapatero le respaldaba en esta decisión. Lo cierto es que Solbes había frenado el acuerdo porque considera que la cláusula de revisión es inflacionista. Los sindicatos montaron en cólera y apelaron al propio Zapatero, bajo la amenaza de romper el diálogo social.

La amenaza surtió efecto. En sólo 24 horas ha quedado restaurado el acuerdo negociado por Caldera.