Endesa no tiene ninguna intención de apostar a largo plazo por el carbón hasta que el Gobierno central no aclare el marco regulatorio del sector eléctrico. Por eso, la compañía no comunicará hasta octubre del 2015 si acomete las inversiones necesarias en su térmica de Andorra para adaptarla a la normativa europea que restringe las emisiones contaminantes. El anuncio del aplazamiento ha generado grandes dosis de incertidumbre en la minería aragonesa, porque si la eléctrica no adecúa la central de Andorra (deberá invertir unos 200 millones de euros) no podrá seguir quemando carbón a medio plazo y, por tanto, las minas se verán abocadas al cierre.

De hecho, los sindicatos ya habían pedido que Endesa despejara la duda "cuanto antes" para tranquilizar a un sector que genera en Aragón más de 500 empleos directos. La compañía, sin embargo, ha preferido ganar tiempo para ver si en el 2015 el escenario eléctrico está más claro y puede decididir con más seguridad si afronta esas inversiones. El responsable de minería de CCOO, Antonio Herrero, reconoció en esta línea que "las reglas de juego no están claras".

Con todo, y aunque en un principio la eléctrica ha decidido apurar los plazos, los sindicatos aún confían en que se anuncie la inversión antes de octubre del 2015. "Lo que está claro es que si la térmica cierra, la minería desaparecerá", subrayó Herrero.

EL ESCENARIO ACTUAL La alternativa que tenía Endesa si no comunicaba la inversión era acogerse a un plan b y comprometerse a mantener una actividad mínima en la térmica de 17.500 horas hasta el año 2023. Y eso es precisamente lo que ha hecho. Una medida que, a efectos prácticos, limita la vida útil de la central. Esa bolsa de horas empezará a contar a partir del 2016. En este sentido, fuentes de Endesa aseguraron ayer que la térmica de Andorra trabajó durante el 2013 unas 3.600 horas, aunque tenía asignada una producción de 5.700 horas. Herrero estimó que la central podría quemar esas 17.500 horas en "tres o cuatro años", por lo que podría cerrar en el entorno del 2020.

Lo que también inquieta a los sindicatos es que la normativa europea indica, según aseguran las centrales, que los emisores de CO2 deben haber adaptado sus instalaciones en enero del 2016. "Si Endesa lo comunica en octubre del 2015 es imposible que les dé tiempo a hacer las obras", apunta en este sentido Herrero. No obstante, fuentes de Endesa aseveraron que la norma incluye una moratoria de varios años para adecuar las instalaciones, por lo que habría tiempo suficiente.

Por otra parte, desde la eléctrica se señaló que las cuatro térmicas que tiene en España "son rentables". Según fuentes del sector, Andorra competirá con la térmica de Compostilla (León), también de Endesa, para acoger esta inversión determinante.