La economía española se aceleró en los últimos meses del 2003 de modo que, en el conjunto del año, el producto interior bruto (PIB) creció el 2,4%, según estima el Banco de España. Esta tasa de crecimiento supera en cuatro décimas a la del 2002 y en una a la última estimación oficial.

Según el Informe Trimestral del Banco de España, "la expansión del consumo --privado y público-- y la de la inversión en construcción han sido los pilares en los que siguió asentándose el dinamismo de la economía".