De los 40 millones de toneladas de residuos de la construcción y la demolición que se generan al año en España, un 15% se recicla, según los datos que maneja el Gremio de Entidades de Reciclaje y Derribos (GERD) en el 2003. El proceso de reciclaje de estos materiales apenas genera 13,5 millones de euros en nuestro país --a razón de tres euros por tonelada reciclada-- , frente a los 55.000 millones de euros que mueve la actividad en Alemania, Austria u Holanda. Sin embargo, la modestia de estos procesos en España lo configuran también como un sector emergente, ya que apenas un año antes el reciclaje no pasó del 10% y se estima que en tres años alcance el 60%.

Estas cifras definen el escenario medioambiental y económico en el que desde hoy se desenvuelve la II edición de la Feria Internacional de Demolición y Reciclaje (Fider) que se clausurará en Zaragoza el próximo sábado. Además de la participación de 76 empresas expositoras sobre una superficie neta de casi 6.000 metros cuadrados que mostrarán todo tipo de maquinaria para demoliciones y reciclaje, la feria acogerá el II Congreso Nacional del sector, en el que se mueven unas 400 empresas. Productoras de áridos, institutos de investigación de materiales, ingenierías y organismos públicos de medioambiente, urbanismo y construcción de carreteras --principales receptoras del material reciclado-- debatirán sobre el futuro del sector.

El director general de la Feria de Zaragoza, José Antonio Vicente, destacó que "no hay en España ningún certamen como éste, lo que contribuye al reto ferial de ir especializando salones". Por su parte, el presidente del GERD, Abel Cucurella, destacó la necesidad de acelerar los programas autonómicos que orientan el reciclado de estos materiales que en un 80% pueden ser incorporados como soporte de carreteras, reduciendo su impacto medioambiental. Los ayuntamientos, aseguró, tienen una labor importante: "Si se vinculan las licencias de concesión de obras se pierden pocos residuos".

En estos momentos hay en el país 75 plantas de reciclaje, mientras se generan residuos anuales equivalentes al volumen que cabría en 300 estadios como el Bernabeu y a 25 metros de altura. La inversión necesaria para una planta de reciclaje media oscila entre los 0,9 y 1,8 millones de euros, según explicaron ayer en rueda de prensa los responsables del GERD en Zaragoza.