El máximo responsable de General Motors (GM) en Europa, Firtz Henderson, prometió que el plan de ahorro anunciado el jueves no provocará ningún cierre de fábricas, al menos, hasta el 2006. La empresa mantendrá el plan de austeridad que prevé una reducción de costes de 500 millones de euros anuales entre el 2005 y el 2006. Henderson aclaró al semanario alemán Der Spiegel que no puede desechar a largo plazo la posibilidad de cerrar algún centro. "Para la planificación de los nuevos modelos tendremos que aclarar aún dónde vamos a concentrar la producción, pero esto no ocurrirá antes del 2008", afirmó.

El experto del sector, Ferdinand Dudenhöffer, auguró que los 12.000 despidos previstos en GM provocarán la pérdida de unos 20.000 empleos indirectos en hostelería, alimentación, comercio e industrias auxiliares. La firma y los sindicatos iniciarán mañana una ronda de negociaciones para encontrar soluciones a los recortes de plantilla.

Los despidos afectarán a 11 plantas del grupo en Europa y concretamente a 10.000 trabajadores de Alemania. El líder del sindicato alemán IG-Metall en Renania del Norte-Westfalia, Detlef Wetzel, exigirá que las negociaciones se realicen sobre la base de los criterios laborales que rigen en Europa, es decir, el mantenimiento de los centros de trabajo, la ausencia de despidos arbitrarios, y la presentación de un programa alternativo para las fábricas amenazadas.

La planta de Opel en Bochum entró ayer en su tercer día de huelga pese a los llamamientos de la empresa. Desde el jueves no han salido automóviles de la factoría.

El ministro de Industria, José Montilla, pidió ayer que "no se dramatice la noticia" de los 600 despidos previstos en Figueruelas. En su opinión, la reducción de plantilla será menor en España que en otros países por lo que "no hay razón para ser pesimistas a corto plazo". Declaró que aún es pronto para saber con certeza el impacto del ajuste en la planta zaragozana, ya que los datos actuales son contradictorios.