La primera compañía automovilística del mundo, General Motors (GM), quiere lograr una mayor globalización de las estructuras de sus vehículos y de sus procesos productivos. Así lo expusieron varios de sus directivos hace unos días, en el transcurso del Salón Internacional del Automóvil de Detroit. De esta forma, aludiendo al incremento de la competencia en el mercado, incidieron en la importancia de sacar el máximo provecho a las ventajas y sinergias que ofrecen cada una de las compañías y divisiones que integran el grupo, sin que ello signifique la pérdida de la personalidad de las distintas marcas, entre ellas Opel, con planta en Figueruelas.

Durante un encuentro mantenido con los medios de comunicación el pasado lunes en Detroit, el presidente-consejero delegado de General Motors Corporation, Rick Wagoner, recalcó la necesidad de enfatizar el aprovechamiento de las capacidades de todas las divisiones y compañías de GM, "de cara a obtener la máxima rentabilidad de todas las ventajas y sinergias que éstas ofrecen".

En este sentido, el vicepresidente de Desarrollo de Producto del grupo, Bob Lutz, señaló que el objetivo de GM es ir hacia una mayor globalización de las estructuras de los vehículos y de los procesos productivos. "Por un lado, se trata de desarrollar plataformas básicas sobre las que luego construir modelos adaptados a los distintos mercados y, por otro, también se quiere modificar la forma de producir los vehículos, de tal forma que todos los modelos de General Motors se puedan fabricar en cualquier parte del mundo", añadió Lutz.

Así, el presidente de General Motors Europa, Mike Burns, apuntó la existencia de duplicidades entre las distintas compañías que se pueden evitar, mejorando la eficiencia en los costes, "sin que ello suponga una molestia para el cliente, ya que las marcas van a conservar su personalidad y sus características propias". "Vamos a llegar más lejos juntos que por separado", añadió.

De esta forma, el máximo responsable de GM en el viejo continente destacó el fomento de los desarrollos globales y apuntó el trabajo conjunto que realizaban los centros de ingeniería, compartiendo e intercambiando piezas y proyectos. Así, recordó la participación de personal alemán, brasileño y español en el desarrollo del Meriva --que se realiza en Figueruelas--, o de ingenieros de todo el mundo, en el de la última arquitectura Kappa. "El truco está en el tamaño de GM, ya que permite aprovechar las mejores ideas mundiales, cuidando las características de cada marca. Tenemos que trabajar como una gran compañía, no como 25 pequeñas", agregó.