Un sin sentido. Esa es la sensación que dejó ayer tras de sí más de 12 horas de reunión entre los representantes del Ayuntamiento de Monzón, responsables de El Quiteriano (Magdalenas Heras) y miembros del comité de empresa. Finalmente, y cuando ya estaba prácticamente rubricado el acuerdo sobre el traslado de la planta al polígono La Armentera, todo se vino abajo.

Poco después, el responsable de la empresa, Antono Heras, anunciaba que el próximo día 30 se presentará una expediente de extinción de contratos, que afectará a toda la plantilla (160 trabajadores). Desde el comité de empresa, su presidente, Antonio Mur, calificó la reunión como "una tomadura de pelo" y criticaba duramente al ayuntamiento porque "no ha querido llegar a ningún acuerdo". Por el contrario, la empresa "ha cedido en todo", aseguró Antonio Mur.

Por otro lado, ninguno de los representantes del ayuntamiento, que al cierre de esta edición se encontraban reunidos, quiso realizar declaraciones tras la reunión. Lo único que precisaron fue: "Mañana se volverán a reiniciar las negociaciones", un extremo que ayer negó el administrador único de la empresa.

UN CONFLICTO ENQUISTADO La situación se desencadenó el pasado domingo después de que la empresa anunciara que el consistorio había decretado la clausura de la planta, al argumentar que la empresa carecía de las licencias de actividad en regla. A esta situación se añaden el malestar generado entre los vecinos de la zona residencial próxima a la planta, que en varias ocasiones manifestaron las molestias (entrada de camiones, ruidos...) que la empresa provocaba. Sin embargo, Heras insiste en que cuentan con licencia.

Así las cosas, el plazo para proceder al cierre de la empresa finaliza el próximo día 30 de junio --dentro de sólo cinco días-- y la dirección ya ha anunciado la presentación del expediente ese mismo día.