Cándido Méndez, secretario general de UGT, cargó ayer contra el "sesgo ideológico" de la reforma fiscal encargada por el Gobierno por sus aspectos retrógrados que castigan las rentas salariales y favorecen las rentas de capital. El líder de UGT destacó que las recomendaciones del comité de expertos de Montoro bajan los impuestos directos, "que son los progresivos" y suben el IVA, que es igual para todas los ciudadanos y penalizan el consumo.

Méndez cargó contra el informe Lagares durante un acto multitudinario en Madrid al que asistieron 7.500 delegados del sindicato en empresas y sectores de toda España, al que asistió Carme Chachón, que fue recibida con unos tímidos gritos de "presidenta, presidenta".

El ambiente era proclive a la huelga general, que algunos reclamaron a coro. Méndez recordó que el mayor impacto que tuvo una movilización de estas características, la de noviembre de 1989, fue en época de recuperación. "Que no lo olvide el Gobierno", dijo el líder, escéptico ante las proclamas del Ejecutivo de que estamos saliendo de la crisis. "Se habla de recuperación y no la vemos. Se crean expectativas y se puede pasar de la resignación a la indignación y de ahí a la confrontación", avisó.

LUCHA CONTRA EL FRAUDE En próximos días UGT presentará su alternativa fiscal pero ayer Méndez denunció que Mariano Rajoy pidiera a los expertos que mantengan la recaudación cuando en España se ingresan 90.000 millones de euros menos que la media europea y no tome medidas en la lucha contra el fraude. Además advirtió de que la bajada de cotizaciones afectará directamente a las pensiones futuras, ya recortadas por la nueva ley.

La propuesta del sindicato tendrá tres ejes: la lucha contra el fraude, la utilidad social de pagar impuestos y el reparto de la carga tributaria para que no paguen más las rentas del trabajo que las del capital.

Con este acto UGT quiso mostrar que su capacidad organizativa y su fuerza representativa supera la presión a la que está sometida por el caso de los ERE.