Al igual que los salarios, el ahorro también pagará menos impuestos que en el 2014, aunque más que en el 2012, cuando entró en vigor la subida acordada por el PP. Hasta 6.000 euros, los intereses y otras rentas del ahorro pagarán el 20% en lugar el 21% actual (19% en el 2011); entre 6.000 y 24.000, el 22% en lugar del 25%; entre 24.000 y 50.000, el 22% en vez del 27% y de 50.000 en adelante, el 24%, en vez del 27%. En todos estos casos tributaaban al 21% en el 2011. Una de las novedades es que desaparece la exención para los primeros 1.500 euros de dividendos.

Las familias, por su parte, disfrutarán de dos nuevos supuestos de impuesto negativo (cobrarán en vez de pagar), que se sumarán a los 1.200 euros anuales de las madres trabajadores con hijos menores de tres años. Una de ellas es la de hogares con un hijo o ascendiente discapacitado y la otra, la de familia numerosa (a partir de tres hijos).

En todos los casos, las 750.000 familias que el Gobierno estima como potenciales beneficiarias podrán percibir la suma mensual (100 euros) por cada una de aquellas a las que se tenga derecho. La combinación entre la rebaja de las retenciones y esta especie de sueldo elevará sustancialmente el efectivo de las familias. El Gobierno estima que esta medida costará 732 millones en el 2015.